domingo, 9 de marzo de 2014

De este mal hay muchos curados.









Nuevo bastión en la defensa del octli.
En varias ocasiones he escrito sobre el pulque y su práctica desaparición de las calles de Querétaro (véase La auténtica bebida nacional, junio del 2009). De las decenas de pulquerías que había en la ciudad hace medio siglo, apenas sobrevive un par de ellas (véase Un mundo que se desvanece, octubre de 2010). Es por eso que me llenó de placer conocer un nuevo lugar (abrió hace seis meses) donde se sirve pulque. No es propiamente una pulquería, más bien un bar donde entre muchas otras bebidas, se sirve pulque curado, es decir mezclado con diferentes ingredientes para darle sabor.  El establecimiento se llama La Manceba y está en pleno centro histórico de Querétaro, a media cuadra de la Plaza de Armas, en la calle de Pasteur número 10. Como muchos otros restaurantes y bares del centro de la ciudad, La Manceba está en una antigua y hermosa casa queretana; de altos techos, gruesos muros y vanos enmarcados en piedra. Además de la belleza y atmósfera del lugar, ofrecen una gran variedad de bebidas, muchas de ellas muy originales. No sólo varios sabores de pulque curado, mezcal tradicional o de varios sabores, cervezas y muchos otras bebidas de ingredientes poco comunes y muy variados, lo que llaman cocktelería.  Pero lo verdaderamente interesante y el motivo de mi visita fue la gran variedad de pulques curados, más de treinta sabores, algunos muy poco comunes como galleta oreo, frambuesa, vino tinto, rompope, o mazapán, otros más tradicionales como pepino, fresa, avena, apio, jitomate o guayaba. Probé el de hierbabuena y me gustó bastante, también ordené uno de piñón y yo creo hubo una confusión, pues me sabía mucho a fresa con cajeta. Estoy seguro que ante tal variedad todos podremos encontrar dos o tres que se conviertan en nuestros favoritos. Los curados se pueden ordenar de un tercio de litro o un litro completo. Los dos que probé eran pequeños y no me fueron servidos en vasos, sino frascos de vidrio de conservas u otro alimento; a la manera de algunas pulquerías que sirven en frascos de jugo reciclados.  El lugar me gustó, es obvia la razón. No faltará el que diga que es un bar que debe visitar todo aspirante a hipster, pero sin duda ofrece bebidas muy variadas y originales. Al parecer ya de noche tiene música o algún otro espectáculo. Olvidaba decir que anuncian que las mascotas son bienvenidas, no pregunté si sirven pulque a los canes. El lugar es definitivamente sofisticado y agradable, lejos de lo popular o rústico que son las pulquerías, pero donde quiera que ayuden al pulque a sobrevivir es bueno.