martes, 3 de febrero de 2009

De madrugada ataco.




Tacos Victor.
Pocas veces estoy fuera de casa muy tarde, así que cuando llego a estar en la calle más allá de la media noche, me sorprende la gran actividad nocturna que encuentro, incluso en Querétaro. Hace unos meses salí a eso de las dos y media de la mañana a la estación de autobuses y a mi regreso pude ver como estaba cerrando un puesto de tacos que a menudo visito. Tacos Victor se instala en la esquina del paseo de la Constitución y avenida Peñuelas. Existe ahí una carpa de lona permanente y al caer la tarde en un remolque de acero inoxidable llevan todo lo necesario para vender tacos. El lugar está en la ruta a casa y muchas veces cuando regreso de trabajar sin haber comido, me detengo por unos cuantos tacos. Los hay de pastor, bistec, suadero, tripa, longaniza y preparan gringas también. Aunque anuncian y nombran el último tipo de tacos como de chorizo en realidad son de longaniza. Leía en un viejo libro sobre la historia de Toluca en el siglo XIX, que tradicionalmente el chorizo va anudado a cierta distancia, mientras que la longaniza es una sola tripa sin anudar mas que en sus extremos. Además el chorizo era hecho con más carne o ingredientes de mayor calidad que aquellos de la longaniza. El chorizo era comida de clase medias y altas, mientras que la longaniza era para el consumo popular. En Tacos Victor el surtido ofrecido no es muy grande, pero todo es bueno, está muy limpio y el servicio es rápido y amable. Prefiero los de suadero y tripa, pero igual a veces por cambiar pruebo la variedad. Las salsas también son buenas, no faltan los pepinos, rábanos y cebollas en vinagre y orégano. No recuerdo haber visto todavía en Querétaro una taquería que tenga su gran florero con pápalo-quelite para acompañar los tacos. Estoy seguro que no han de ser los únicos tacos que se venden a esas horas, pero es bueno tenerlos en la mente por si alguna noche, muy tarde, desearan tacos. Ahora recuerdo que no muy lejos, en la esquina de paseo de la Constitución y avenida Pie de la Cuesta hay otro pequeño puesto de tacos, que muy seguido veo que están limpiando y levantando cuando paso camino de mi trabajo a eso de las seis de la mañana. De este último lugar no opino, pues no lo he visitado, pero a los seres de la noche que lo conozcan, los invito a que escriban un comentario al respecto.

1 comentario:

Roberto Rivadeneyra dijo...

Coleccionar es rendir homenaje a algo en especial y un hábito, casi de supervivencia, del ser humano.

Mi primer coche también fue un vocho, modelo 71, al que bauticé como "El piojo espacial", por su color crema, la forma y que al introducirme en él, sentía que volaba.