jueves, 21 de marzo de 2019

Conocer comiendo




Lo que se come en Querétaro I

Hay estados o regiones en México que tienen una gastronomía distintiva o muy diferente a la del resto del país. Quizá este no sería el caso de Querétaro, pues por siglos partes de su actual territorio pertenecieron o pertenecen a varias jurisdicciones o regiones culturales, como la provincia de México, la Nueva Galicia, Michoacán, la intendencia de México o la de San Luis Potosí, la Huasteca o el Bajío.  Querétaro apareció como estado o territorio definido y aparte hace menos de dos siglos. Hablar de la comida Queretana resulta pues difícil pues comparte platillos e ingredientes con otros estados como para reclamar origen o exclusividad. Así que mejor hablemos de lo que hoy se come en Querétaro atendiendo a todo aquello que se encuentra con cierta frecuencia, que no son esos platillos que se consumen por todo el país. No busco establecer fronteras gastronómicas o determinar orígenes, tan sólo comentar aquello que se come y que vale la pena probar si se encuentra por ahí al visitar Querétaro.

Gorditas de maíz martajado

Gorditas medianas y grandes para doble relleno

De Migaja y de queso
Tendríamos que empezar por la comida y ahí tienen que estar las famosas gorditas, que si bien se hacen por todo el país las de Querétaro tienen ciertas características propias. Su tamaño va desde los diez o quince centímetros de diámetro hasta unos veinticinco. Siempre van rellenas de uno de los ingredientes tradicionales; el queso y el otro la llamada migaja, que en sus inicio eran los pequeños trozos de carne que se acumulaban al fondo del cazo al preparar carnitas o chicharrón, pero que ahora la demanda de este ingrediente es tal que se muelen las carnitas de cerdo para hacerla y de ahí que vemos en los mercados un migaja muy uniforme y bien desmenuzada. Hay lugares que a estos dos sencillos rellenos tan solo se agrega salsa o lechuga, pero también a gorditas de mayor tamaño es común agregarle un segundo relleno que puede ser algún guisado como tinga, asadura de cerdo, mollejas en salsa verde, papas con longaniza… Otra característica de las gorditas queretanas es que se elaboren con masa de maíz martajado o quebrado, es decir no completamente molida, lo cual deja trozos duros del grano y a su buen sabor agrega particular consistencia (véase Gordas bien buenas, mayo 2010).

Migaja a la venta en un puesto de carnitas



Tenemos también las Enchiladas Queretanas que se elaboran con una salsa de chile guajillo lo que les da un tenue color anaranjado, su relleno puede ser el queso o el pollo y se acompañan de trozos de papa y zanahoria. Estas enchiladas son muy parecidas a las que en Michoacán llaman enchiladas placeras, que se preparan y venden en pequeños puestos al caer la tarde, pero en la tierra purépecha esas enchiladas no van rellenas, el pollo en pieza o el queso se colocan a un lado del conjunto de enchiladas y también se acompañan con papa y zanahoria.

Otro platillo, asociado a las gorditas, es el llamado Nopal en penca o nopal en globo. Una gran penca de nopal, de las que ya por tamaño, fuertes fibras y sabor no son aptas para comer, se convierte en una especie de bolsa al cortar su pulpa por en medio desde uno de sus extremos. Esa gran penca se rellena de nopales tiernos ya en trozos y pueden ir acompañados de cebolla, jitomate, carne o chorizo. El relleno se cocina al vapor cuando la gran penca se pone directamente al fuego. En la población de Bernal las gorditas de nopal en penca son consideradas una especialidad y existen lugares que solo venden la cactácea preparada de esta forma, sobre todo los fines de semana.

Nopal en penca
Están también los llamados guajolotes, que para muchos visitantes son pambazos con otro nombre. Pero estos ricos parientes de nuestras tortas, no se hacen con ese pan especial llamado en muchos lados pambazo, sino en una sencilla y plana telera. El relleno es también parecido al del pambazo, pues su ingrediente principal sería la papa y puede llevar salsa, lechuga, frijoles refritos y algo de carne.

Guajolote

Dos de los alimentos que se encuentran en todo mercado queretano y con muy buena calidad son las carnitas y la barbacoa. En este caso debemos agradecerlo a nuestro vecinos Michoacán e Hidalgo. Ambos platillos cumbres de la gastronomía nacional se venden a diario, pero aumenta la oferta los fines de semana. En el caso de la barbacoa, me llama la atención que a la panza también le llaman montalayo, como lo hacen en los estados de Morelos y Guerrero.  Santa Rosa Jáuregui, muy cerca de Juriquilla es el equivalente de Quiroga en Michoacán, ambos tienen decenas de puestos y restaurantes de magníficas carnitas.

Carnitas achicaladas
Harta grasa, mmmmmmmm!
                                                                             
En los mercados de Querétaro también es muy común encontrar un gran número de puestos de tacos de guisados. A la vista hay siempre una serie de cazuelitas de barro con muy variados guisados y con ellos se elaboran los tacos que pida el cliente, es comida muy variada y económica. Nopales, tinga, chorizo con papa, moronga, carnitas, asadura, champiñones, rajas, chicharrón en salsa, ejotes con huevo, huevo en pasilla, flor de calabaza… y quiero mencionar dos guisados muy comunes por todo el estado, los garbanzos en amarillo, preparados en una salsa a la que le da color la cúrcuma y las tortitas de camarón con nopalitos que por sus ingredientes algo me recuerdan a los romeritos del sur o revoltijo, pero de sabor muy diferente, pues los primeros son en una salsa de chile guajillo y los segundos llevan un mole mucho más espeso y elaborado.  Mi madre me platicó que cuando mi abuela vivía en Salamanca Guanajuato hace ya casi un siglo, antes de que la planta llamada romeros llegara a la región, el revoltijo se elaboraba en Guanajuato pero con tiritas de nopales y obviamente tortitas de camarón, así que los dos platillos están emparentados o son casi lo mismo con los ingredientes que cada región permitía.

Guisados para elaborara tacos


Tortitas de camarón con nopales

Taco de tortitas de camarón
Querétaro comparte con la Huasteca tres platillos muy especiales las acamayas, el tamal zacahuil y la cecina. Las primeras son crustáceos que viven en los ríos de la Sierra Gorda y que se deben de probar cuando se encuentre por su sabor único.  El zacahuil (véase El gran tamal, junio 2016) es un tamal tan grande que debería ser un platillo exclusivo de fiesta, pero es tan atractivo que en la sierra lo elaboran en algunos lugares cada fin de semana e incluso lo llegan a traer a la ciudad capital a ciertas ferias o tianguis artesanales o gastronómicos. La cecina es también de res pero su preparación es muy diferente a la famosa cecina de Yecapixtla Morelos, más seca y salada. En la Huasteca se cura con la carne con jugo de naranja y especias, luego se seca un poco, así que es más suave y no tan salada (véase Cecina y abundante comida, junio 2013).

Zacahuil

Acamayas
En la cuenca lechera queretana, periférica a Ezequiel Montes se elaboran muchos quesos de gran calidad, pero no hay alguno típico o característico del estado. Un alimento que desgraciadamente es muy difícil encontrar son las tantarrias, grandes y coloridos insectos que se preparan casi exclusivamente en los hogares de comunidades del grupo indígena otomí. Se comen en la primavera cuando estos hermosos animales se reúnen en grandes números en los árboles de mezquite por el semidesierto queretano (véase ¡Por fin tantarrias!, abril 2015).

Tantarria
Otro platillo que se tiene que probar son los chicharrones de res, el nombre chicharrón confunde un poco pues no es crocante piel de la res, sino las vísceras, cocinadas en la misma grasa del animal, a la que en México llamamos sebo. En un gran cazo se fríen en ese sebo de color tan poco atractivo. Pudiera uno pensar que por ser vísceras su sabor debería ser muy fuerte como es el caso de la panza o montalayo, pero sorprende lo sutil de su sabor y sin duda lo mejor es la variada consistencia de los diferentes órganos. Sabe mucho mejor de lo que se ve en el cazo, no es muy común, pero donde lo venden pronto se acaba.

Así se preparar el chicharrón de res


Taco de chicharrón de res

Continuará.

martes, 19 de marzo de 2019

El nuevo Tepe.


Siete meses de reconstrucción

El mes de agosto del 2018 se incendió una parte del mercado Benito Juarez, más conocido como El Tepe (véase Seguro lo encuentras en el Tepe, mayo 2009). Las autoridades rápido ofrecieron construir uno totalmente nuevo y prometieron terminarlo antes del mes de diciembre, pues recién abrió el 9 de marzo. El mercado parece más amplio y sin duda tiene más locales que el anterior. En la planta baja tiene los puestos de ropa, calzado, electrónicos, abarrotes, frutas, verduras, carnes, flores, artículos de plásticos y artículos para mascotas. En la parte alta o primer piso están los puestos que venden alimentos preparados como barbacoa, menudo, tortas, gorditas, pozole, jugos, licuados y tacos de guisados.


La construcción, muy moderna.




No todos los locales han abierto.


Algunos locales son minúsculos



No todos los puestos están ya bien instalados.

Casi desaparecieron las piñatas.









Todo parece estar limpio, muy aséptico, bien regulado u organizado, pero ya veremos cuanto tiempo permanece así.  Leí que ya no permitirían puestos semifijos en los espacios periféricos, pero el día que lo visité vi muchos todavía. En el antiguo mercado sobre los pasillos del mercado los vendedores de fruta colgaban gran número de las muy tradicionales piñatas, pues hace décadas se llenaban de fruta y no de dulces como sucede hoy en día. No vi ya piñatas y apenas en un puesto de fruto tenían dos de ellas, sencillas y pequeñas. En mi recorrido tampoco vi el famoso puesto de menudo de don Juan y Conchita. Al parecer luego del incendió don Juan muy enfermo alcanzó a traspasar la propiedad de su puesto y luego falleció. Espero que el nuevo local se convierta en un lugar tan tradicional y bueno como el de Juan y Conchita. Estoy seguro que el Tepe seguirá, como lo han hecho los mercados populares por siglos, desafiando todo intento de orden o regulación.




Guisados para tacos

Las dos plantas del mercado.



Que sigan agregándose cada jueves y domingo decenas de pequeños puestos de productores locales, con aguamiel,  pulque, huamishe, chilcoague, gorditas, garbanza, quiote, nieves, tacos, pájaros, tierra para macetas… Quiero ver el colorido y belleza de muchas piñatas sobre los puestos de fruta. Me burlo de los absurdos intentos reguladores de administraciones ignorantes de siglos de tradición de mercados en México, los mercados siempre tendrán sus puestos semifijos o ambulantaje, extendidos por cualquier espacio posible y muchos, muchos vendedores de todo tipo de mercancías, sus olores, sus pregones, coloridos letreros, sus limosneros, su música y su tradicional desorden. Ya abrió el mercado, pero en unos meses seguramente florecerá como los mercados que todos conocemos y disfrutamos, como la parte tan importante que son de nuestra milenaria cultura.  Nuestros mercados no son ni serán modernos, ordenados y asépticos supermercados por muy nuevos edificios que les construyan.

Coloridas frutas y piñatas en el antiguo Tepe

Inevitables puestos semifijos

El antiguo Tepe y el menudo de Juan y Conchita



Sin uniformidad, diversidad es riqueza