lunes, 22 de noviembre de 2010

Torneo del centenario.




















20 de noviembre de 2010.
Justo el día que se celebraron los 100 años del inicio de la Revolución Mexicana se realizó el 1er concurso de rayuela en la pulquería El Gallo Colorado. La rayuela u ocho es un juego típico de las pulquerías de México. Se juega con una pieza de madera que puede tener una o tres perforaciones del tamaño de una moneda. Al inicio los participantes establecen el agujero en el que jugarán y se descartan los demás. Se juega por puntos, casi siempre hasta los 16. El jugador que coloca sobre la tabla su moneda y más cerca que su contrincante del orificio acordado gana un punto. Si la moneda cubre alguna parte del orificio, sin caer, entonces se ganan cuatro puntos y si el jugador hace pasar su moneda a través de la perforación son ocho puntos. Se arrojan las monedas desde una distancia entre un metro o dos, según lo acuerden los jugadores. En ocasiones la tabla con los orificios va montada sobre un resorte que hace al blanco oscilar constantemente y complica así el juego; a este tipo de rayuela lo conocen como Tongolele, como aquella bailarina exótica que participó en películas mexicanas desde los años cuarenta hasta los ochenta (la del mechón blanco sobre la frente). Ese día recibí en Querétaro la visita de mi amiga y ex compañera de trabajo Claudia Huicochea, ella y sus acompañantes Daisy, Pipiolo y Kikín acudimos a la pulquería a refrescar las gargantas y a presenciar el torneo. Tras algunos minutos de práctica y algunos curados de piña, apio y guayaba, el torneo dio inicio. La mayor parte de los participantes fueron asiduos parroquianos del Gallo Colorado, pero también participaron nuestros cuatro visitantes. No hubo cuota de entrada ni gran premio, el objetivo fue compartir alegres momentos más allá de ganar o perder. Los participantes se fueron eliminando a través de las horas y hasta que el gran Leo impuso su calidad y se coronó primer campeón de rayuela. Fue muy divertido; a la par del torneo hubo pulque, rica botana, baile, conquián, amable plática y ante todo gran cordialidad. Todos los jugadores recibieron diplomas de participación. Rematamos el día asistiendo al baile que se celebra cada sábado por la tarde en la hermosa y antigua estación del tren.

martes, 16 de noviembre de 2010

Un magnífico desayuno.









Trattoria muy mexicana.
Luego de más de un año de que mi esposa me platicara sobre un lugar de buenos almuerzos, finalmente lo visité hace un par de semanas. Digo almuerzos porque este término describe un alimento matutino por mucho mayor a un simple desayuno. El restaurante se encuentra en la calle Zapata en la colonia Casa Blanca, la calle es cerrada pues topa con la parte posterior de un mercado público. El nombre del lugar es Trattoria della Piccola Giovanna, restaurante de Juanita y es una gran casa con la planta baja adaptada para servir comida. Tiene una cocina tipo doméstico, agrandada un poco. Hay muy pocas mesas pequeñas para cuatro o seis comensales y varias mesas muy largas con capacidad para 15 ó 20 personas y ahí se sientan compartiéndolas los grupos que llegan. El menú incluye platos principales, postres y bebidas, todos de buen tamaño, alcanzando el calificativo de abundante. Se necesita un muy buen apetito para visitar este lugar. Los platillos son clásicos de la comida mexicana, picantes y acompañados por grandes tortillas hechas a mano, queso fresco y nopales.
La Trattoria tiene ya tres décadas de existencia y funciona sólo por las mañanas. Por sus platillos, mesas compartidas y sazón me recordó a la legendaria fonda La Margarita en Tlacoquemecatl, ciudad de México. En ambas empiezan a cocinar a eso de las tres de la mañana, preparan sendas cazuelas con varios guisos y permanecen abiertos hasta que vacían las grandes ollas. El servicio es bueno, el lugar sencillo pero agradable; su principal atractivo es sin duda su cocina, la cual no hace necesario un ambiente moderno o sofisticado. Este es el tipo de lugares que siempre se complace uno en encontrar, verdadera comida mexicana, económica y abundante.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Santo y el pulque contra la modernidad.

















El pulque y las pulquerías en la cultura mexicana.

El pasado 29 de octubre se presentó el video Pulquerías desde los años 50’s en Querétaro del investigador Gerardo Ruiz Tovar; el evento se realizó en la pulquería El Borrego. La presentación fue antecedida de breves pláticas relativas al tema. Chucho Ramírez que conoce a todo Querétaro me invitó a participar. Tuve el honor de iniciar con una muy breve charla sobre la importancia del pulque en la cultura mexicana; no sólo su milenaria existencia, su papel religioso y ritual en el México prehispánico, su posterior importancia económica y ante todo social y cultural. La tesis principal era mostrar al pulque como un elemento cultural único y ante todo muy, pero muy mexicano. Enseguida tocó el turno a los expertos; don Aurelio Ramírez, propietario de El Borrego y posteriormente don Héctor Trejo de El Gallo Colorado. Ambos hablaron sobre las virtudes de la bebida, las pulquerías hace décadas, los mitos que han afectado el consumo y también sobre la menguante demanda de pulque en el Querétaro moderno. Jóvenes y adultos llegaron a la cita y compartimos no sólo pulque y camaradería, también un interés por el pulque y lo mexicano. El remate a la tarde fue el video que rememoraba mejores tiempos del pulque en Querétaro, las pulquerías, el buen abasto, el mejor consumo y sobre todo su importancia social y cultural. Se recordaron el inigualable ambiente; aunque en aquellos años no entraban las mujeres divinas a las pulquerías, los juegos, los tipos de pulque, los recipientes, la música y otras tradiciones. Todos aprendimos mucho de nuestro pasado y nuestra gran bebida; entre juegos, música, cantos, cordialidad y ante todo buen y abundante octli. (En dos semanas, 12 de noviembre, 20 horas, repetirá la presentación pero en El Gallo Colorado).