martes, 9 de enero de 2024

Un pasado de opulencia y belleza

 La Quinta Gameros-Requena

Hace ya casi 45 años que tomé en dos semestres el curso Arte Moderno con el profesor Xavier Moyssén,como parte de mis estudios de licenciatura en la UNAM. Era el profesor muy serio y un experto en estilos artísticos y artistas del siglo XIX y XX en nuestro país. Sin duda fue un gran placer asistir y aprender sobre arte mexicano dos veces por semana a lo largo de casi un año. Debió haber sido en el primer semestre cuando estudiamos la influencia del Art Nouveau en México y recuerdo haber quedado sorprendido y maravillado cuando vimos que uno de los mejores ejemplos de este estilo artístico estuvo en una mansión capitalina, la casa de don José Luis Requena, abogado que se enriqueció con una explotación minera en Michoacán a finales del siglo XIX. Supimos que en ese entonces la casa, que estaba en la céntrica y venida a menos colonia Guerrero, se encontraba abandonada (finalmente se derrumbó en 2005), pero que su hermoso y único mobiliario se había trasladado en 1971 a la Quinta Gameros en Chihuahua. En la segunda parte de cada clase veíamos proyectadas algunas diapositivas de aquello que se había estudiado ese día y recuerdo unas fotografías en blanco y negro de lo que me pareció un sorprendente y magnífico mobiliario en la Casa Requena. No todo el mobiliario era Art Nouveau, alguno podría considerarse neo gótico o ecléctico, pero todo de gran calidad y extrema belleza.

Comedor Art Nouveau de los Requena

Recamara principal de los Requena

Sala en casa Requena

Pues hace algunos días pude por fin visitar la ciudad de Chihuahua y en ella la que llamaré Quinta Gameros-Requena, pues aunque en su nombre oficial solo aparece el primer apellido, parte de su renombre y belleza deriva de que muestran los muebles de la casa Requena. Ver este hermoso y original mobiliario produjo en mi algo muy parecido a lo que sentí al ver por primera vez la fachada del nacimiento del templo de la Sagrada Familia en Barcelona, un gran placer estético e incluso deseos de llorar ante una inmensa belleza tan original o poco común. Y bueno se podría decir que la casa Gameros, el mobiliario Requena y la obra máxima de Gaudí, todavía inconclusa, son prácticamente obras contemporáneas, incluso el Art Nouveau y el Modernismo Catalán son muy parecidos y de finales del siglo XIX e inicios del XX. Además de su belleza, celebro a los creadores que en lugar de solamente acumular riqueza, se ocuparon en producir belleza única e intemporal.

El comedor ahora

Art Nouveau

El comedor en Chihuahua

Recamara decorada con Caperucita Roja

Más Art Nouveau

Lavabo en la recamara

Muebles del baño

Recamara del Pavo Real



Detalle de la cama

Hermoso sillón

Magnífico ejemplo del Art Nouveau

Recamara principal

Luna sobre chimenea

Oratorio

Mueble de la sala

La sala ahora

Salón de música

Plásticas o fluidas formas

El techo con Caperucita Roja

Detalle recamara principal



Detalle

La Quinta Gameros fue construida en las entonces límites de la ciudad de Chihuahua entre 1907 y 1910. Manuel Gameros Ronquillo, ingeniero minero e importante empresario regional, ordenó su construcción copiando una mansión francesa que había conocido en uno de sus viajes por Europa. Su nombre de quinta la identifica como una casa de descanso construida en una zona semi-rural o a las afueras de una ciudad, en este caso la ciudad de Chihuahua que a la llegada del siglo XX rondaba los 20 000 habitantes. Poco tiempo la familia pudo habitar la quinta pues justo su construcción terminó al inicio de la Revolución Mexicana, pero por suerte el inmueble sobrevivió la lucha armada en regulares condiciones. Por todo el país hubo construcciones afrancesadas durante el Porfiriato, desgraciadamente la gran mayoría no ha sobrevivido hasta nuestros días o han sido modificadas sustancialmente, no es ese el caso de la Quinta Gameros. Sobreviven más construcciones coloniales por todo México que este tipo de mansiones Porfiristas; mientras que tenemos iglesias y edificios públicos coloniales que se mantuvieron en regulares condiciones por su uso público constante, ya menos templos o edificios de gobierno o públicos se tuvieron que construir en el Porfiriato y mucha de las joyas arquitectónicas afrancesadas, fueron casas particulares de los oligarcas del Porfiriato que luego decaerían económicamente y sus casas serían transformadas o desaparecerían. Todavía hay muchas fotografías de hermosos palacios de la oligarquía porfiriana que hubo en la Colonia Juárez de la ciudad de México, o quintas campestres en Mixcoac (el castillo del colegio Williams, quinta de Limantour) o en Tacuba o en el Paseo Montejo en Mérida. Sendas mansiones de las cuales quedan apenas un puñado. Esto da gran valor a la Quinta Gameros, una afortunada sobreviviente de otros tiempos y su singular belleza bien conservada y mejorada con el mobiliario Requena. Este histórico lugar es un mágico portal para viajar a una época de nuestro pasado y ver algunos de sus objetos más bellos.

Fachada principal

Sobria fachada posterior



Fachada lateral


Detalle del trabajo en piedra

Gran Salón

Vitrales en descanso de la escalera

Entrada principal

Vestíbulo superior

Magnífico trabajo en madera


Detallada ornamentación

Pinturas que simulan tapices

Quinta Limantour en Mixcoac, ahora Colegio Williams

 

Palacios del Porfiriato

La Colonia Juárez, CDMX, a inicios del siglo XX

Casa Cantón, Mérida, Yuc.