jueves, 29 de febrero de 2024

¿Existe el taco progresivo?

 Tacos y alambres mi Jalisco.

Estaba recordando las primeras taquerías que visité como adolescente, allá por los años setenta del siglo pasado, y pensaba en cómo han cambiado paulatinamente tacos y taquerías. Yo creo el principal cambio ha sido la aparición y creciente popularidad de los tacos de pastor, que probé por primera vez a fines de los años sesenta por ahí del Salto del Agua, en la ciudad de México. Luego los comí por muchos años en el Taco Inn, en Avenida Revolución en la colonia Guadalupe Insurgentes. También ha crecido la oferta de tacos de mariscos.  Recordaba un establecimiento (El tesoro de Cuauhtémoc) de allá a inicios de los años setenta en la Avenida Cuauhtémoc cerca de la Avenida Chapultepec que solo vendía tacos y tepache, ambos muy económicos. No había de pastor, o chorizo o bistec, solo se pedía un número de tacos y me imagino que todo era algo de carne de res barata preparada como suadero en una choricera, tacos que se aderezaban con un solo tipo de salsa, sal y los infaltables cuartos de limón. A un lado de las mesas había grandes barriles de madera, que era donde se fermentaba el tepache. Los tacos eran buenos, no extraordinarios, pero por su bajo precio, podía uno ser muy feliz al comer hasta unos 20 tacos y un par de tepaches. No había todavía mesas o sillas de plástico, lo más común eran muebles de sencilla madera o mesas metálicas que anunciaban alguna marca de cerveza y sillas o bancos de una especie de alambrón doblado para formar el cuerpo, patas, hasta el respaldo y con un asiento de madera. Antes de las taquerías, la forma más parecida de comida buena y barata por las calles de la ciudad de México, eran las llamadas enchiladeras, mujeres que con un brasero y un amplio comal metálico, preparaban primero las tortillas y luego tacos y enchiladas, ahí se comía de pie o en sencillas bancas. Hoy en día esas enchiladeras reaparecen en las calles del país en días de fiesta.  Este tipo de lugares eran muy comunes cerca de las pulquerías, que las había por decenas en la ciudad capital de nuestro país. Ya tiene muchos años que no veo una taquería que tenga tepache y todas las taquerías modernas tienen 5, 6 o más tipos de tacos, ofrecen una variedad de salsas o complementos como gratinados, pepinos o cebollas preparadas.

Moderna enchiladera

Prueba la variedad


Nunca el colesterol y los triglicéridos fueron tan ricos


Cerca de mi domicilio hay una taquería a la que acudía seguido y que fue la que me hizo pensar en los cambios que me ha tocado ver en más de 50 años. Se llama Tacos y alambres mi Jalisco y está en la Avenida de la Luz, casi para llegar a la Avenida de la Cascada, 10 metros antes del Oxxo de la esquina y frente a la Farmacia Guadalajara. Alguna vez un viejo taxista al que pregunté si sabía la razón de que tantas torterías en la ciudad de Querétaro se llamaban Filos, sin tener relación alguna; no supo contestar ni conocía cual fue o donde estaba la primera taquería con ese nombre. Lo que sí me dijo fue que en Querétaro las primeras taquerías más o menos bien establecidas y que no eran un puestito de tacos, fueron abiertas por personas que venían de Jalisco y que los de las torterías llegaron de la ciudad de México.  Pues en Mi Jalisco todas las mesas sillas y mobiliario de cocina son de metal o acero inoxidable, algo imposible hace 50 años, cuando las taquerías no eran muy grandes, no ganaban mucho y los muebles eran de burda madera o alambrón. Hay tacos de pastor, lengua, sesos tripa, cabeza, cachete, ojo, suadero, maciza, chorizo, bistec, bistec adobado y alambres con muy buenas combinaciones. En cada mesa encontrarás cuatro diferentes tipos de salsas, todas muy buenas, limones y sirven tus tacos acompañados de cebollas preparadas. Ya solo les falta tener una recipiente con agua y pápalo-quelite, para ser la taquería perfecta, pero este magnífico complemento difícilmente se encuentra en taquerías queretanas. Algo que ya había visto en otras taquerías y que me imagino es cada vez más común, es que aunque se ofrecen refrescos embotellados, en una parte de la taquería hay un mueble metálico donde se elaboran aguas frescas al momento. Aguas de piña, melón, sandía, guayaba, limón, alfalfa, papaya o naranja, además de aguas de horchata o jamaica.  No es tepache pero se acerca en algo a esa bebida de las taquerías de antaño. Además se pueden pedir en generosas presentaciones de medio y un litro. Esta parte me gusta mucho de Mi Jalisco, menos gas de refresco, más espacio para tacos en mi organismo. Así que una tarde que andes por Satélite, puedes ir a probar su gran variedad en tacos, salsas y bebidas, por favor no pidas cinco de pastor y una Coca, anímate y prueba otros ingredientes, como tripa, maciza cachete, un agua fresca y prueba en tus tacos todos los tipos de salsa. El lugar es amplio, limpio, bien iluminado y con buen servicio, pero llega temprano porque se llena y también lengua, sesos, tripa y ojo pronto se acaban.

Todo buen tacólico sabe que con cada tipo de taco va un tipo de salsa



 
Cebollitas de cortesía


Taquería progresiva



Progresivo: que avanza o aumenta gradualmente, que aumenta o se desarrolla continuamente.



lunes, 12 de febrero de 2024

Así sí me gustan los toros!

Tacos de tripa El Torito

Hace algunos días visité unos famosos tacos de tripa que se encuentran en la CDMX, en la calle de Isabel la Católica 83, a un par de cuadras del templo de San Agustín, rumbo que recuerdo mucho, pues lo he visitado desde cuando empezaba apenas mis estudios de licenciatura, pues en esos años setenta del siglo pasado era todavía la Biblioteca Nacional. Las vísceras como alimento son partes de los animales que no gozan de la preferencia de las mayorías, casi siempre tienen un fuerte aroma y sabor que no todos disfrutan, pero pienso que como muchos otros alimentos como el tofu apestoso, la panza, el durian o los quesos añejos, si se prueban, poco a poco no resultan tan desagradables y tanto su olor como sabor se aprecian. Es por esto que pocos lugares se especializan en tacos de tripas como esta taquería que tiene ya más de 65 años y es una tradición para esa minoría que disfruta las tripas.

No sólo hay que superar su olor y sabor

Uno de tripa, otro de tripa y suadero

También hay tacos de suadero, que son mucho más comunes y gustados, pero se va al Torito a comer tripas. Curiosamente cuando probé sus tacos, vi que su tripa no tiene un sabor u olor tan fuerte y quizá esa sea la razón de su aceptación. Por muchos años había que hacer largas filas para disfrutar estos tacos, pues tenían muy pocos lugar para sentarse o comer de pie, pero hoy han abierto sucursales con más mesas. Su salsa verde es muy buena y en su barra hay un gran ramo de pápalo-quelite, algo ya poco común en las taquerías modernas. Si te ofrecen tripas no digas fuchi y dales una oportunidad, así poco a poco iras agregando a tu vida alimentos únicos y memorables, no me digas que solo te gusta el chicken, frijoles, arroz y los tacos de bistec o pastor, enriquécete con experiencias y no con dinero.

Poco se ofrece, pero muy bueno

A veces hay que comer de pie en la banqueta


Todo taco es mejor con pápalo-quelite


martes, 9 de enero de 2024

Un pasado de opulencia y belleza

 La Quinta Gameros-Requena

Hace ya casi 45 años que tomé en dos semestres el curso Arte Moderno con el profesor Xavier Moyssén,como parte de mis estudios de licenciatura en la UNAM. Era el profesor muy serio y un experto en estilos artísticos y artistas del siglo XIX y XX en nuestro país. Sin duda fue un gran placer asistir y aprender sobre arte mexicano dos veces por semana a lo largo de casi un año. Debió haber sido en el primer semestre cuando estudiamos la influencia del Art Nouveau en México y recuerdo haber quedado sorprendido y maravillado cuando vimos que uno de los mejores ejemplos de este estilo artístico estuvo en una mansión capitalina, la casa de don José Luis Requena, abogado que se enriqueció con una explotación minera en Michoacán a finales del siglo XIX. Supimos que en ese entonces la casa, que estaba en la céntrica y venida a menos colonia Guerrero, se encontraba abandonada (finalmente se derrumbó en 2005), pero que su hermoso y único mobiliario se había trasladado en 1971 a la Quinta Gameros en Chihuahua. En la segunda parte de cada clase veíamos proyectadas algunas diapositivas de aquello que se había estudiado ese día y recuerdo unas fotografías en blanco y negro de lo que me pareció un sorprendente y magnífico mobiliario en la Casa Requena. No todo el mobiliario era Art Nouveau, alguno podría considerarse neo gótico o ecléctico, pero todo de gran calidad y extrema belleza.

Comedor Art Nouveau de los Requena

Recamara principal de los Requena

Sala en casa Requena

Pues hace algunos días pude por fin visitar la ciudad de Chihuahua y en ella la que llamaré Quinta Gameros-Requena, pues aunque en su nombre oficial solo aparece el primer apellido, parte de su renombre y belleza deriva de que muestran los muebles de la casa Requena. Ver este hermoso y original mobiliario produjo en mi algo muy parecido a lo que sentí al ver por primera vez la fachada del nacimiento del templo de la Sagrada Familia en Barcelona, un gran placer estético e incluso deseos de llorar ante una inmensa belleza tan original o poco común. Y bueno se podría decir que la casa Gameros, el mobiliario Requena y la obra máxima de Gaudí, todavía inconclusa, son prácticamente obras contemporáneas, incluso el Art Nouveau y el Modernismo Catalán son muy parecidos y de finales del siglo XIX e inicios del XX. Además de su belleza, celebro a los creadores que en lugar de solamente acumular riqueza, se ocuparon en producir belleza única e intemporal.

El comedor ahora

Art Nouveau

El comedor en Chihuahua

Recamara decorada con Caperucita Roja

Más Art Nouveau

Lavabo en la recamara

Muebles del baño

Recamara del Pavo Real



Detalle de la cama

Hermoso sillón

Magnífico ejemplo del Art Nouveau

Recamara principal

Luna sobre chimenea

Oratorio

Mueble de la sala

La sala ahora

Salón de música

Plásticas o fluidas formas

El techo con Caperucita Roja

Detalle recamara principal



Detalle

La Quinta Gameros fue construida en las entonces límites de la ciudad de Chihuahua entre 1907 y 1910. Manuel Gameros Ronquillo, ingeniero minero e importante empresario regional, ordenó su construcción copiando una mansión francesa que había conocido en uno de sus viajes por Europa. Su nombre de quinta la identifica como una casa de descanso construida en una zona semi-rural o a las afueras de una ciudad, en este caso la ciudad de Chihuahua que a la llegada del siglo XX rondaba los 20 000 habitantes. Poco tiempo la familia pudo habitar la quinta pues justo su construcción terminó al inicio de la Revolución Mexicana, pero por suerte el inmueble sobrevivió la lucha armada en regulares condiciones. Por todo el país hubo construcciones afrancesadas durante el Porfiriato, desgraciadamente la gran mayoría no ha sobrevivido hasta nuestros días o han sido modificadas sustancialmente, no es ese el caso de la Quinta Gameros. Sobreviven más construcciones coloniales por todo México que este tipo de mansiones Porfiristas; mientras que tenemos iglesias y edificios públicos coloniales que se mantuvieron en regulares condiciones por su uso público constante, ya menos templos o edificios de gobierno o públicos se tuvieron que construir en el Porfiriato y mucha de las joyas arquitectónicas afrancesadas, fueron casas particulares de los oligarcas del Porfiriato que luego decaerían económicamente y sus casas serían transformadas o desaparecerían. Todavía hay muchas fotografías de hermosos palacios de la oligarquía porfiriana que hubo en la Colonia Juárez de la ciudad de México, o quintas campestres en Mixcoac (el castillo del colegio Williams, quinta de Limantour) o en Tacuba o en el Paseo Montejo en Mérida. Sendas mansiones de las cuales quedan apenas un puñado. Esto da gran valor a la Quinta Gameros, una afortunada sobreviviente de otros tiempos y su singular belleza bien conservada y mejorada con el mobiliario Requena. Este histórico lugar es un mágico portal para viajar a una época de nuestro pasado y ver algunos de sus objetos más bellos.

Fachada principal

Sobria fachada posterior



Fachada lateral


Detalle del trabajo en piedra

Gran Salón

Vitrales en descanso de la escalera

Entrada principal

Vestíbulo superior

Magnífico trabajo en madera


Detallada ornamentación

Pinturas que simulan tapices

Quinta Limantour en Mixcoac, ahora Colegio Williams

 

Palacios del Porfiriato

La Colonia Juárez, CDMX, a inicios del siglo XX

Casa Cantón, Mérida, Yuc.