martes, 19 de marzo de 2019

El nuevo Tepe.


Siete meses de reconstrucción

El mes de agosto del 2018 se incendió una parte del mercado Benito Juarez, más conocido como El Tepe (véase Seguro lo encuentras en el Tepe, mayo 2009). Las autoridades rápido ofrecieron construir uno totalmente nuevo y prometieron terminarlo antes del mes de diciembre, pues recién abrió el 9 de marzo. El mercado parece más amplio y sin duda tiene más locales que el anterior. En la planta baja tiene los puestos de ropa, calzado, electrónicos, abarrotes, frutas, verduras, carnes, flores, artículos de plásticos y artículos para mascotas. En la parte alta o primer piso están los puestos que venden alimentos preparados como barbacoa, menudo, tortas, gorditas, pozole, jugos, licuados y tacos de guisados.


La construcción, muy moderna.




No todos los locales han abierto.


Algunos locales son minúsculos



No todos los puestos están ya bien instalados.

Casi desaparecieron las piñatas.









Todo parece estar limpio, muy aséptico, bien regulado u organizado, pero ya veremos cuanto tiempo permanece así.  Leí que ya no permitirían puestos semifijos en los espacios periféricos, pero el día que lo visité vi muchos todavía. En el antiguo mercado sobre los pasillos del mercado los vendedores de fruta colgaban gran número de las muy tradicionales piñatas, pues hace décadas se llenaban de fruta y no de dulces como sucede hoy en día. No vi ya piñatas y apenas en un puesto de fruto tenían dos de ellas, sencillas y pequeñas. En mi recorrido tampoco vi el famoso puesto de menudo de don Juan y Conchita. Al parecer luego del incendió don Juan muy enfermo alcanzó a traspasar la propiedad de su puesto y luego falleció. Espero que el nuevo local se convierta en un lugar tan tradicional y bueno como el de Juan y Conchita. Estoy seguro que el Tepe seguirá, como lo han hecho los mercados populares por siglos, desafiando todo intento de orden o regulación.




Guisados para tacos

Las dos plantas del mercado.



Que sigan agregándose cada jueves y domingo decenas de pequeños puestos de productores locales, con aguamiel,  pulque, huamishe, chilcoague, gorditas, garbanza, quiote, nieves, tacos, pájaros, tierra para macetas… Quiero ver el colorido y belleza de muchas piñatas sobre los puestos de fruta. Me burlo de los absurdos intentos reguladores de administraciones ignorantes de siglos de tradición de mercados en México, los mercados siempre tendrán sus puestos semifijos o ambulantaje, extendidos por cualquier espacio posible y muchos, muchos vendedores de todo tipo de mercancías, sus olores, sus pregones, coloridos letreros, sus limosneros, su música y su tradicional desorden. Ya abrió el mercado, pero en unos meses seguramente florecerá como los mercados que todos conocemos y disfrutamos, como la parte tan importante que son de nuestra milenaria cultura.  Nuestros mercados no son ni serán modernos, ordenados y asépticos supermercados por muy nuevos edificios que les construyan.

Coloridas frutas y piñatas en el antiguo Tepe

Inevitables puestos semifijos

El antiguo Tepe y el menudo de Juan y Conchita



Sin uniformidad, diversidad es riqueza


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