La feria ganadera de Querétaro.
Diciembre es el mes de la Feria Internacional Ganadera de Querétaro, bueno en realidad inicia en los últimos días de noviembre y llega hasta la mitad del último mes del año. Este debe ser el evento más importante del estado; la fiesta del santuario de Soriano quizá reciba más personas por día, pero su duración es menor. Queretanos y habitantes de los alrededores visitan el evento de menos una vez cada año y algunos adolescentes gustan de ir dos o tres veces por semana, en especial por las noches, cuando ahí se reune la juventud en conciertos gratuitos. La feria se celebra en un lugar que es centro expositor y también autódromo, hay tres grandes pabellones, otros menores, un gran auditorio, palenque para peleas de gallos y variados espacios para restaurantes. Las instalaciones son amplias, pero en los días de mayor afluencia resultan apenas suficientes. En dos de los grandes pabellones hay centenares de puestos que ofrecen una inmensa variedad de productos; alimentos, ropa, zapatos, productos regionales, muebles, libros, ornamentación, artesanías, accesorios; en general artículos atractivos y de bajo precio. Hace un año pude por fin encontrar un modelo de zapatos deportivos que había buscado por todo Querétaro. Me gusta también el hecho que ahí se ofrezcan todo tipo de productos regionales; una vez más encontré en la feria al señor Varela que vendía su amplia variedad de licores (ver Un marrazo de diez centavos por favor, mayo 2009). Hay también por las noches, como en todas las ferias del país, peleas de gallos acompañadas del espectáculo de algún artista de renombre nacional. En una parte del recito ferial hay también juegos mecánicos. Pero la parte que más me gusta se encuentra en el tercer gran pabellón, la exposición ganadera. Para un habitante de ciudad resulta interesante ver completos y vivos a aquellos animales que de forma cotidiana encuentra ya empaquetados o preparados en tacos o comida diaria. Quizá cuando paseamos por el campo podemos ver algunas vacas, caballos o borregos, pero nunca de forma tan cercana y mucho menos del tamaño y belleza de los que se exhiben en la feria; confieso mi asombro de citadino ante la exposición ganadera. Como el pabellón no es tan grande, los diversos tipos de ganado se exhiben en determinados días a lo largo del calendario de la feria. En mi primera visita a la feria pude ver ganado ovino de un tamaño que nunca había encontrado por los campos. En mi más reciente visita vi gigantescas vacas que producen casi 50 litros diarios de leche en dos ordeñas, así como caballos tan hermosos como el de la estatua ecuestre de Carlos IV. Todo el día se exhibe ganado y a ciertas horas algunos ejemplares participan en competidos e interesantes concursos. La feria de Querétaro es pues un evento que ofrece atractivos de todo tipo para familias, jóvenes, niños o ganaderos, es diversión muy variada y para todo un día, bien vale la pena visitarla al menos una vez al año.
Diciembre es el mes de la Feria Internacional Ganadera de Querétaro, bueno en realidad inicia en los últimos días de noviembre y llega hasta la mitad del último mes del año. Este debe ser el evento más importante del estado; la fiesta del santuario de Soriano quizá reciba más personas por día, pero su duración es menor. Queretanos y habitantes de los alrededores visitan el evento de menos una vez cada año y algunos adolescentes gustan de ir dos o tres veces por semana, en especial por las noches, cuando ahí se reune la juventud en conciertos gratuitos. La feria se celebra en un lugar que es centro expositor y también autódromo, hay tres grandes pabellones, otros menores, un gran auditorio, palenque para peleas de gallos y variados espacios para restaurantes. Las instalaciones son amplias, pero en los días de mayor afluencia resultan apenas suficientes. En dos de los grandes pabellones hay centenares de puestos que ofrecen una inmensa variedad de productos; alimentos, ropa, zapatos, productos regionales, muebles, libros, ornamentación, artesanías, accesorios; en general artículos atractivos y de bajo precio. Hace un año pude por fin encontrar un modelo de zapatos deportivos que había buscado por todo Querétaro. Me gusta también el hecho que ahí se ofrezcan todo tipo de productos regionales; una vez más encontré en la feria al señor Varela que vendía su amplia variedad de licores (ver Un marrazo de diez centavos por favor, mayo 2009). Hay también por las noches, como en todas las ferias del país, peleas de gallos acompañadas del espectáculo de algún artista de renombre nacional. En una parte del recito ferial hay también juegos mecánicos. Pero la parte que más me gusta se encuentra en el tercer gran pabellón, la exposición ganadera. Para un habitante de ciudad resulta interesante ver completos y vivos a aquellos animales que de forma cotidiana encuentra ya empaquetados o preparados en tacos o comida diaria. Quizá cuando paseamos por el campo podemos ver algunas vacas, caballos o borregos, pero nunca de forma tan cercana y mucho menos del tamaño y belleza de los que se exhiben en la feria; confieso mi asombro de citadino ante la exposición ganadera. Como el pabellón no es tan grande, los diversos tipos de ganado se exhiben en determinados días a lo largo del calendario de la feria. En mi primera visita a la feria pude ver ganado ovino de un tamaño que nunca había encontrado por los campos. En mi más reciente visita vi gigantescas vacas que producen casi 50 litros diarios de leche en dos ordeñas, así como caballos tan hermosos como el de la estatua ecuestre de Carlos IV. Todo el día se exhibe ganado y a ciertas horas algunos ejemplares participan en competidos e interesantes concursos. La feria de Querétaro es pues un evento que ofrece atractivos de todo tipo para familias, jóvenes, niños o ganaderos, es diversión muy variada y para todo un día, bien vale la pena visitarla al menos una vez al año.