jueves, 12 de agosto de 2010

Insuperable afecto.
















Tras doce años de acompañarnos fielmente y enriquecer nuestras vidas, el pasado 10 de agosto, murió Nala la mascota familiar Fue un obsequio en el primer cumpleaños de Daniela y el tercero de Ana Violeta. Bien sabía que no habría mejor regalo para mis queridas hijas que el bien llamado “mejor amigo del hombre”, pero la obediencia, cariño y inigualable entrega de la Nala fueron más de lo esperado. Se dio por entero a mis hijas, les mostro de la mejor manera el milagro del inicio de la vida y les entregó sin recelo alguno la belleza y ternura de nueve cachorritos. Pienso en la Nala como una salsa de vida, con ella todo fue mejor, los viajes, los amigos, las fiestas, las tardes en el jardín, las noches, los gustos y los disgustos. Jamás mordió a persona alguna y todo aquel que la conoció pudo disfrutar de su afecto sin temor. Sinceramente pienso que ningún ser humano nos puede dar el cariño, lealtad, apego o devoción que los canes nos entregan de forma generosa y constante. El descuido y maltrato hacia los perros es la mayor de las traiciones. Así es la vida, nos conduce a la muerte y no sufro por la muerte de Nala, pues tuvo una buena existencia; pero lamento que nuestras vidas serán indudablemente un poco insípidas sin su compañía. Muchas gracias Nala.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Profe lamento mucho su perdida, y me agrada mucho lo que pone y estoy totalmente de acuerdo con lo que dice en su artículo. y comparto con usted algo que me dijo un amigo sobre este mismo tema: "La gente viene al mundo para poder aprender cómo vivir una buena vida. Cómo amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, no?.......
Como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo como nosotros"

http://www.myspace.com/elmagodelavida dijo...

¡Ay, Viejo, qué triste post! Me tocó conocer a tan buen animalito. En cuanto vi las primeras dos fotos me quedé mirándolas, intentando encontrar el hilo conductor de las imágenes, hasta que vi los ojos ya llenos de canitas de la Nala y en ese momento supe de qué trataría el mensaje.

Así es, Viejo, no hay nada como la lealtad y entrega de un perro. Son nobles de una rareza extrema, una rareza de gema traslúcida.

Qué triste.

vale dijo...

Qué pena este hecho! Lo lamento mucho... yo sólo tengo un par de años con mi perrita pero ya no puedo imaginar mi vida sin ella. Espero que tus hijas pronto se recuperen de esta tristeza. Saludos

Fatichard@@ dijo...

Que tristeza, a pesar de ser corto el mensaje es lindo y sin duda merecedor de un can tan lindo como se ve que era la Nala... un fuerte abrazo para sus hijas... pues estoy segura q son ellas las que más sienten su ausencia...

Fátis

Ilse dijo...

Lamento mucho la ida de Nala... Seguramente con el cariño de su familia tuvo una vida maravillosa, ella se los agradecerá desde el lugar donde esté. Un abrazo para sus hijas, ojalá estén muy bien...

Saludos!!

Anónimo dijo...

viejoo yo tmb extraño a mi perrita!! son la mejor compañia del mundo :)