lunes, 15 de junio de 2015

Placentero humo.









Pazcuala House.
“Fumar es un placer” canta derrochando sensualidad Sara Montiel en la película El último cuplé. No pongo en duda su afirmación, pero disfruto mucho más el humo en los alimentos y boca, que en el aire y mis pulmones. La técnica de conservación de alimentos conocida como ahumado es una de mis favoritas, los alimentos alcanzan un sabor sublime y para muestra está el tocino, magnífico alimento, favorito de todo carnívoro y que llena de su fuerte sabor innumerables platillos. La combinación cerdo y humo, maridaje magistral. En México disfrutamos del placentero tocino, pero poco usamos o conocemos la técnica del exponer los alimentos al humo de ciertas maderas aromáticas por varias horas para conservarlos No recuerdo platillo o alimento vernáculo que aproveche esta forma de preservar los alimentos. Es cierto que el sabor ahumado no nos resulta ajeno; está en la magnífica barbacoa de hoyo que tiene un sutil sabor a humo o los elotes asados dentro sus propias hojas, pero nunca como forma de conservar dichos alimentos. Ya en alguna entrada en este blog me había quejado del pobre e uniforme sabor de las salchichas en México (véase Salchichas chichas, noviembre 2008) y la principal causa de esto, es que rara vez se ahúma este tipo de embutidos. Es precisamente por esto que cuando mi colega y amiga Marielena Devars me recomendó un restaurante con especialidad en alimentos ahumados, traté de visitarlo lo antes posible. Pazcuala House, Smoke Kitchen  es al parecer el nombre del lugar y abrió recientemente (estuvieron un tiempo en el centro), y digo al parecer pues en su fachada el nombre que aparece es el de Smokehouse. Es un restaurante con una carta no muy grande, pero sí muy original y cuya especialidad son los alimentos ahumados. Es también bar, con una gran variedad de cervezas, destilados y cocktelería. En la carta de alimentos hay sopas, hamburgueses, alitas, costillitas y dos platillos muy originales, las pazcualinas y las molotinas, cuyo relleno son alimentos ahumados. Algunos de los platillos tienen como base al rey de los alimentos ahumados, el tocino. El lugar es amplio, bien ventilado y con un diseño moderno o novedoso.  Al finalizar tu comida y al momento de ordenar la cuenta, te obsequian un pequeño raspado o granizado de piña colada y epazote. La Pazcuala está en Constituyentes 73 b poniente, como bien dijo mi amigo Jesús Ramírez para orientarme, “allá por La Yegua”.  La oferta de alimentos crece día a día en Querétaro, pero pocos lugares tienen la originalidad de Pazcuala en sabor y presentación. Búscalos en Facebook.