martes, 11 de agosto de 2015

Enriquecedor paseo
















La minería de ópalo.

Querétaro como muchos otros estados en México tiene un rico  y variado patrimonio turístico;  miles de personas nacionales y extranjeras lo visitan en periodos vacacionales y fines de semana. Los turistas desean llevarse a casa un recuerdo de su paseo, una muestra de la belleza del estado. Hay ropa bordada, artículos de ixtle, cerámica, cantera, cestería, artículos de piel y juguetes de hojalata, pero quizá el recuerdo más hermoso y duradero sea un ópalo. Querétaro es uno de los pocos lugares en el mundo donde hay importantes depósitos de esta piedra semipreciosa. Los hay en Australia, Brasil, Honduras, Etiopía y en nuestro país también en Jalisco. El ópalo no tiene la dureza para ser considerado una piedra preciosa, pero se le encuentra en varios colores y también con muchos colores en una sola pieza. Aunque desde hace más de cincuenta años he conocido los ópalos queretanos, nunca me había preguntado, ni visitado el lugar de donde se extrae esta hermosa piedra.  Hace algunas semanas visité La Trinidad, la principal fuente ópalos queretanos. La pequeña población está a unos quince kilómetros de Tequisquiapan, en el camino que lleva hacia San Juan del Río. Ahí se pueden comprar ópalos, lo mismo tal como se encuentran o bien ya limpios y pulidos, incluso ya montados en oro o plata. Ya en La Trinidad es muy fácil encontrar la casa de don Héctor Montes Montes, quien aunque nacido en Ezequiel Montes, desde hace más de 50 años se ha dedicado a la minería de esta hermosa piedra en La Trinidad. En casa de don Héctor se venden ópalos de todo tipo, se puede visitar el taller donde pule y monta las piedras y se ofrecen también visitas guiadas a la mina de ópalos El Redentor, que se encuentra a unos cinco kilómetros en las montañas cercanas de La Trinidad. Las visitas se hacen comúnmente los fines de semana y tienen una duración aproximada de dos horas. Es necesario llevar, sombrero, zapatos bajos y cerrados. Durante la visita los guías explican en detalle cómo se formaron lo ópalos hace miles de años y la forma en que se extraen. Después de conocer la mina, a cada visitante se le proporciona una herramienta para partir piedra y buscar ópalos. Aunque hay una parte de la mina parecida a un túnel y ahí se dan las explicaciones, en realidad el ópalo se extrae a cielo abierto, en un profundo y amplio pozo. Todo visitante puede encontrar ópalos, la mayoría muy pequeños o fracturados, al buscarlos sin la práctica o experiencia de los mineros. El paseo es sin duda muy interesante y nadie se va sin un ópalo o decepcionado. Al regresar a la población, se visita el taller de don Héctor, donde personalmente explica el proceso de pulido y responde con sus amplios conocimientos a cuanta pregunta que se le haga. Después se puede comprar uno o varios ópalos en la tienda del lugar. La experiencia es única y enriquecedora, si tienes oportunidad ve a conocer la minería de ópalo y llévate a casa una  hermosa y colorida muestra de la belleza queretana.