Los Estudios
Churubusco y el cine nacional
Hace algunas décadas en México se acostumbraba calificar
como churros a las malas películas e
incluso uno de los principales estudios cinematográficos de México eran
conocidos como los Estudios Churrobusco en lugar de Churubusco. Esta fábrica de cine se encuentra todavía en el sur de la ciudad, aunque ya queda poco de
ella, pues la mayor parte de su antigua extensión es ahora el Centro Nacional
de la Artes. Todavía se hacen películas ahí y en estas fechas están cumpliendo
70 años de labores (73 ya, 1945-2018), por lo cual han montado una exposición sobre
las películas nacionales y extranjeras hechas en los Estudios. No se presenta una historia de todo el cine
nacional, tan solo de aquello hecho en este lugar y para todo mexicano con más
de cuarenta años de edad, la exposición debe ser un lugar de recuerdos y
nostalgia.
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Los Estudios y la colonia Country Club en los años cincuenta. |
Es bien sabido que el cine fue por décadas una
diversión popular, por su bajo precio y decenas de salas de gran tamaño (con
capacidad de dos, tres o hasta siete mil espectadores) donde cientos de miles
de mexicanos asistieron con frecuencia a ver el cine nacional o extranjero. Pero
el cine está todavía más presente en la memoria de los mexicanos, pues de los
años sesenta y setenta del siglo pasado la televisión presentó de nuevo cientos
de películas en su programación diaria. Niños, jóvenes y adultos pudimos
repasar el catálogo del cine nacional desde las películas de su época de oro
(1936-1959) y las películas de los años sesentas y setentas. Como olvidar los
dramas familiares con Sara García y los hermanos Soler. Las películas cómicas
de Resortes, Clavillazo, Joaquín Pardavé, Tin Tan, Cantinflas, Viruta y
Capulina. Las ahora películas de culto de El Santo el Enmascarado de Plata. Las
del galán y mujeriego Mauricio Garcés. Las innumerables películas de vaqueros y
algunas de agentes secretos. Los grandes dramas de películas de corte
nacionalista o tema indígena, algunas verdaderas obras de arte. Las múltiples
historias urbanas, de vecindades, de cabarets y mujeres condenadas a la mala
vida. El cine de rumberas, de charros cantores o adolescentes rocanroleros que
nutrieron de música a la radio de esos años. El género de momias, vampiros y
seres sobrenaturales… Pues sí los televidentes de los años sesenta y setenta,
nos convertimos en involuntarios expertos en el cine nacional a fuerza de ver y
volver a ver cientos de estas películas. Es por esto que la exposición de los
setenta años de los Estudios Churubusco es un gran placer para personas de
cuarenta a setenta años. Mientras recorría la gran sala de la exposición,
extrañamente vi más jóvenes que adultos y ya luego advertí que estaba ahí para
cumplir trabajos escolares. Es bueno que sus maestros los acerquen a una gran
manifestación del Arte Mexicano y que ya difícilmente podrán ver en la
televisión, porque ya no se presenta tanto cine mexicano y porque las nuevas
generaciones ya no ven televisión.
En la exposición hay muchos objetos de la
tecnología cinematográfica lo mismo para filmar, que editar o poner sonido.
Grandes y viejas máquinas que ahora ya solo sirven para exposiciones como esta
o museos. Hay una gran lista ilustrada de todas las películas nacionales y
extranjeras hechas por los Estudios Churubusco, algunas de ellas verdaderos
clásicos del cine nacional y por todos recordadas. Hay varios de los premios Ariel,
máximo galardón de la cinematografía mexicana. También se exhiben objetos
varios, como vestuario clásico, maquetas de escenografía, armas o joyas de
famosas películas. Ahí está el traje de motociclista que Pedro Infante utilizó
en ATM, así como una de las motos, un
traje y máscara de El Santo y el auto que chocó en Amores Perros.
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Arieles |
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Maqueta para el set de El castillo de la pureza |
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La ley de Herodes |
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ATM |
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El Santo |
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Vestuario de Pedro Armendáriz |
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Amores perros |
El sábado que visité la exposición ésta abrió
hasta las doce del día, así que aproveché para caminar por la colonia Country
Club, pues hace casi 60 años nací en un hospital en esa parte de la ciudad. Al
pasear por sus calles no vi ya hospital alguno, pero al ver a una señora mayor
paseando un perro, le pregunté si conoció o recordaba un hospital en la
colonia. De inmediato me señaló un edificio frente a nosotros en la esquina de
la avenida Country Club y la calle Corredores. Me dijo que ahí estaba el
hospital y que había sido convertido en edificio de apartamentos. Por fin pude
conocer el lugar donde vine al mundo. La colonia Country Club fue también
escenario de muchas películas mexicanas Como El Rey del Barrio y ATM y su historia va ligada a la de los
Estudios Churubusco desde que ambos fueron creados en los años cuarenta del
siglo pasado. El hospital donde nací está
justo frente al hermoso parque Masayoshi
Ohira, nombre de un ministro japonés que visitó México en 1980,
espacio que alguna vez tuvo una hermosa pagoda obsequio del pueblo de Japón desde los años cincuenta y
que se quemó hace décadas. Rematé el magnífico e inolvidable día con una comida
en la cantina La Reforma en el barrio de San Juan del centro de la ciudad, antes de
volver a Querétaro por la noche. Aprovecha las próximas vacaciones para visitar esta exposición, que ya pronto se va.
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El edificio donde nací |
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El hospital antes de ser convertido en departamentos |
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Estudios Churubusco, colonia Country Club y en la parte posterior el campo de golf |
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