martes, 12 de mayo de 2009

¡Un marrazo de diez centavos por favor!











Licores artesanales
En la muy ilustre calle de Héroe de Nacozari (ver La última y nos vamos, diciembre 2008) está un negocio muy tradicional e interesante. En el número 19, en la misma acera y entre las famosas cantinas El Gene y Chava Invita se encuentra Licor Artesanal de Querétaro. Esta pequeña empresa elabora licores de diferentes sabores.
Este tipo de bebidas, casi siempre dulces y con un moderado contenido alcohólico (15 – 50 % vol.) se elaboran en México y todo el mundo con frutas, especias, hierbas o ingredientes como café. Algunos licores son mundialmente famosos como el Chartreuse, el Kalhúa o el limoncello, pero otros muchos alcanzan apenas fama regional o nacional. Aquí en México son famosos los licores de frutas de Tenancingo, los moscos de Toluca, el licor de damiana de Baja California, los licores de Zacatlán o los de la Pasita de Puebla; por mencionar apenas algunos. En tiempos antiguos era común que dicho tipo de bebidas se elaboraran en casa y que algunos de ellos fueran un orgullo familiar. He de presumir que hace cerca de siete o ocho años me propuse y elaboré en casa un licor de nanche (nance le llaman en el sureste) que resultó muy bueno (del cual me queda ya muy poco), para ser mi primer ensayo en este arte; pero confieso que fracasé rotundamente al intentar uno de limón a la manera del limoncello italiano. Los ingredientes que le dan sabor pueden ser muy variados o exóticos, pero todos se mezclan siempre con agua, alcohol y azúcar. No todas las frutas sirven para hacer licores, son comunes los de bayas o cítricos; aunque a veces el sabor viene de los aceites esenciales en las cáscaras y no de la pulpa de la fruta. En los de especias o hierbas quizá el más común sea el de anís, pero también hay de canela y muchos más de misteriosas y secretas mezclas de hierbas y especias como el Benedictine , el Strega o el Chartreuse.
Don José Luis Varela C. dirige con entusiasmo y pasión este lugar de creación, alguna vez lo conocí en un stand de la Feria de Querétaro donde promocionaba y vendía sus productos. Ahí me comentó del lugar donde los elaboraba y por suerte lo encontré hace unos días cuando caminaba por el lugar, tras un paseo por el cercano barrio y mercado de El Tepetate. En el lugar también se expenden jugos de frutas y otras bebidas no alcohólicas. Su fábrica y hogar es una muy hermosa y antigua casa, construida de menos a inicios del siglo pasado y con una gran huerta en la parte posterior, como eran muchas casas en el antiguo Querétaro, pero de las cuales quedan apenas ya unas cuantas. Licor Artesanal de Querétaro elabora productos de lima, mandarina, limón, café, anís y otros sabores que de momento no recuerdo; mi favorito es el de lima.

Estos licores son lo que queda en Querétaro de un producto antes muy característico de la ciudad, pero que me imagino ya desaparecido; los famosos amargos. Estas bebidas se elaboraban con infusiones de frutas o hierbas mezcladas con alcohol y se expendían en grandes recipientes de vidrio en muchas de las tiendas de barrio por toda la ciudad. Luis Vega y Monroy los describe en sus Viñetas Queretanas y nos dice que los había amargos o dulces, que eran muy populares y que incluso llegaban a ser considerados con propiedades terapéuticas. Los había de piña, tejocote, guayaba, corteza de naranja o limón, cedrón o prodigiosa. Se servían en pequeños recipientes de cerca de un cuarto de litro conocidos como “marrazos” y costaban, a inicios del siglo pasado, apenas unos cuantos centavos. No los he buscado por la ciudad con insistencia, pero creo que los amargos son ya una tradición perdida y que los han de haber llevado a su extinción leyes municipales que limitaron la venta de bebidas alcohólicas a cantinas o restaurantes o en recipientes cerrados o sellados. Hoy los amargos difícilmente podrían resurgir ante la proliferación de los minisupermercados, que primero llevan al cierre a las pequeñas tiendas o misceláneas; además, en los nuevos establecimiento la gente puede ahora beber cerveza, bebidas energéticas, café o gran variedad de refrescos.

Mantengan las tradiciones, y si no disponen del tiempo o no tienen la paciencia para elaborar sus propios licores, pueden comprar los magníficos productos de don José Luis, que se expenden por todo el estado de Querétaro.

1 comentario:

Fatichard@@ dijo...

Hola profe!! primero que todo feliz dia del maestro... ya sé que para usted esas celebraciones son todos los dias xq lo comparte cn nosotros... pero no esta x demás decirle felicidades!!
Pues al leer esto me acordé que ahi en Independencia, al lado de la casa de la Zacatecana hace mucho vendian licores, mi favorito era el de fresa, hace poco pase y estaba cerrado, no sé si sea por el cableado subterraneo que estan metiendo o porque ya desaparecieron. En esa misma calle justo enfrente de la estatua del apostol San Santiago hay una tiendita d dulces tradicionales, ahi tmb hay... pero no tan buenos como los otros... en fin
reciba un fuerte abrazo
con cariño
Fátima