domingo, 24 de octubre de 2010

Pulque Oktoberfest



























Un paseo cultural.
El sábado pasado llevé a mis estudiantes del curso Introducción a la Cultura Mexicana a recorrer algunos puntos interesantes de la ciudad de Querétaro. El día estuvo soleado, pero con una temperatura templada, ideal para un recorrido a pie por la Otra Banda. Iniciamos nuestro paseo en la antigua estación del tren, su sólida belleza en piedra rosa y gris e interiores con un magnífico trabajo en madera. Es el edificio queretano que más evoca al Porfiriato. Observamos el paso de uno de los muchos trenes de carga que cruzan por la ciudad a diario y comentamos sobre la desaparición de los trenes de pasajeros en México. Enseguida pasamos por la casa de la familia Varela (véase ¡Un marrazo de diez centavos por favor!, mayo2009), pues uno de los estudiantes del curso (Joe Moseley) vive con ellos. Bebimos de los jugos naturales que expenden; pera, caña, piña y el muy mexicano y refrescante tepache. Curiosamente no probamos de los licores que fabrican. De ahí cruzamos las vías del ferrocarril y visitamos el mercado de El Tepe. En este tianguis fue posible ver un poco del verdadero México, muy distinto a Wal-Mart, Cost-co o las tiendas de las múltiples plazas comerciales de Querétaro que los estudiantes conocen y pueden pensar que representan lo méxicano. Recorrimos los puestos de ropa, zapatos y aparatos usados. Entramos a una tortillería y nos mostraron el proceso de nixtamal para la preparación de la masa de tortilla. Probaron y les gustó el chicharrón. Comimos tunas rojas y también tamal oaxaqueño. Recorrimos los puestos de tacos de guisos, menudo, barbacoa, mariscos, jugos y demás alimentos preparados. Pasamos por las carnicerías, fruterías, verdulerías y puestos de chiles, moles y abarrotes. Vimos como vendían los primeros artículos para las ofrendas de días de muertos; cempasúchil, calaveras de azúcar, miniaturas y cerámica.
Después de visitar El Tepe nos dirigimos a la pulquería El Gallo Colorado. Fue sin duda la mejor parte del recorrido. Pudimos probar pulque blanco y curados de guayaba, piña y apio, los favoritos fueron los dos últimos. Una buena parte de los estudiantes eran de Alemania, recordamos su tradicional fiesta del Oktoberfest, donde se bebe mucha cerveza acompañada de las deliciosas salchichas alemanas y en un feliz ambiente. Bromeamos y disfrutamos de nuestro Pulque Oktoberfest. También convivimos con varios de los parroquianos del lugar y pues esa es una de las principales características de las pulquerías, la amable convivencia. Escuchamos El Rey y otras canciones mexicanasen la rockola. Nos enseñaron un juego que se trata de pasar monedas por los agujeros de una tabla que oscila sobre un resorte (Rayuela u Ocho y cuando está sobre un resorte le llaman Tongolele), jugamos un buen rato y de no ser por el hambre que ya teníamos, nos hubiéramos quedado en tan agradable ambiente por más tiempo. Cerramos el paseo comiendo en Las Charolas de Saavedra (véase ¡A comer!, enero 2010). La calidad, cantidad y variedad de los alimentos les gustó mucho. Probaron cecina, sesos, chicharrón de nuevo, nopales, carnitas, frijoles, manitas de puerco; todo en ricos tacos. La visita fue un magnífico complemento para nuestro curso y seguramente un día que vivirá en mi memoria por mucho tiempo.

2 comentarios:

Kaiser dijo...

Profe, sus crónicas me entretienen bastante :D
Saludos

Tobias dijo...

Realmente fue genial Edgardo! Gracias de nuevo por todo, sin duda fue uno de los mejores días en Querétaro!