martes, 4 de junio de 2019

Conocer comiendo II


Lo que se come en Querétaro II
En el terreno de los postres o dulces debemos primero hablar de los camotes achicalados. Este tubérculo no sólo se preparó y comió por décadas en la Querétaro, su venta en mercados y sobre todo en la estación de ferrocarril a los viajeros que pasaban apenas unos minutos por la ciudad, hizo que se convirtieran en el producto comestible que identificó en todo el país a Querétaro. Cientos de camotes horneados y aderezados con un jarabe de piloncillo se vendían a diario y sobre todo a los viajeros. Todavía se venden en algunos lugares en los pequeños huacales o cajas de madera a la manera en que se vendieron por muchos años. Se les conoció también como camotes horneados o chingaditos. Hoy en día poca gente sabe de ellos, pero todavía se venden en algunos lugares, principalmente en el Mercado Escobedo (véase Un tipo diferente de shopping, junio 2011), pues en la estación del ferrocarril ya desde 1996 se acabaron los trenes de pasajeros y los de carga no se detienen.

Camotes achicalados mercado Escobedo

Camotes y leche fría

Camotes con cáscara

Caja de camotes horneados

Otra cosa que todo visitante debería probar es el guamishe o guamiche, ya sea en agua fresca o en helado. Este particular fruta que crece en la biznaga tiene un sabor ácido y se utiliza para hacer agua de sabor y postres. Poco se ofrece en los restaurantes queretanos, pero comúnmente se le encuentra en los mercados. Hay otra cactácea cilíndrica menor, también comúnmente llamada biznaga que produce unos diminutos frutos cónicos de fuerte color rosa y que se conocen como chilitos de biznaga; no son chiles ni pican.  Se comen como golosina o se puede preparar agua fresca con ellos por su sabor agridulce. 


Huamishe

Huamishe mercado de la Cruz
Chilitos de bisnaga
Otro postre o dulce característico de Querétaro es el helado de mantecado. Es un helado con leche, de color amarillo y sabor a vainilla que se prepara con pequeños trozos de frutas secas. Se le puede encontrar en La Mariposa (véase Tan queretano como La Mariposa, abril 2011) a una cuadra del Jardín Zenea, en las nieves de Hércules (véase ¡Y tu nieve de limón? marzo 2007)  y en muchos otros lugares de la ciudad.

Nieves en Hércules


En la población de Santa Rosa Jáuregui además de sus famosas carnitas de cerdo, se preparan unos pequeños buñuelos que ya se venden cubiertos de una especie de almíbar que ya va seco y por lo tanto endulza, pero no los hace húmedos o muy pegajosos. Se mantienen en buen estado por varios días y la gente acostumbra comprar muchos en pequeñas cajas de cartón para comerlos en los siguientes días. En el centro de la ciudad de Querétaro todas las noches también se venden buñuelos remojados en una miel de guayaba. Son del tipo que conocía como "de rodilla" pues la masa se estiraba sobre un trapo húmedo en una rodilla doblada frente a uno y luego se freían. También se estiraban sobre una gran olla de barro colocada con el fondo hacia arriba y con un gran trapo húmedo. El aroma de ese jarabe de piloncillo con guayaba es muy difícil de resistir.


Remojando un buñuelo

Otro dulce que se puede disfrutar es una pieza de pan llamada Chorreada, por lo regular son piezas de forma triangular, pero su principal característica es que están cubiertas o rellenas de piloncillo. Su dulzura las hace ideales para acompañar un café o un buen vaso de leche. Se venden en algunas panaderías y mercados. Otra pieza de pan que podemos encontrar en Querétaro son los rellenos, panes circulares rellenos de los dorados hilos de chilacayote en dulce, a los que al momento de servir se les agrega un almíbar también de piloncillo. Se venden durante la Semana Santa en el centro de la ciudad (véase ¡Santos Platillos!, marzo 2008), frente al templo de Santa Clara.


Chorreadas mercado de la Cruz
Relleno

Dorado chilacayote a la vista


Al igual que los camotes, que alguna vez tuvieron gran fama pero cada día se conocen menos, están las frutas cristalizadas o frutas cubiertas.. Ya desde el siglo XIX tenían fama internacional los dulces fabricados por el establecimiento queretano El Ave del Paraíso. No todas las frutas se pueden cristalizar, las más comunes son, la piña, el camote, el chilacayote, el higo, la calabaza, la naranja (su cáscara), el limón relleno de coco. Una especialidad de este grupo de dulces es el durazno prensado, que por años se preparó en El Ave del Paraíso y hoy todavía se vende en La Mariposa.  Sin ser propiamente un fruto está también la biznaga cristalizada, conocida como acitrón. Estos dulces bloques rectangulares que se obtienen del corazón o centro de la biznaga encontraron un lugar importante como ingrediente en muchos platillos y postres mexicanos, pero al parecer hoy en día está prohibida su elaboración por la disminución de las biznagas silvestres por todo el país. Asociados a estas frutas cristalizadas están los ates, que también se elaboran en el estado y que se pueden preparar de guayaba, perón, membrillo, pera y manzana, este último es una especialidad del municipio de San Joaquín.




Sin ser propiamente un dulce, el llamado quiote fue una golosina de los niños de muchas generaciones en la región del semidesierto. Casi al final de su vida el maguey florece y para eso le crece desde el centro o corazón un gran tallo de cerca de cuatro metros de largo. Pues ese largo apéndice es el llamado quiote (del náhuatl quiotl, brote). El tallo se asa u hornea y sus jugos se convierten en dulce sumo que refresca. El largo brote se corta en gruesos discos para su venta. Es como si se tratara de una gran caña de azúcar. El fibroso tallo se mastica para extraer su dulce zumo y luego se desecha el bagazo. Es una sorpresa que el quiote todavía se venda por todo el estado cuando jóvenes y adultos pueden ya comer y beber infinidad de productos industrializados.


Quiote

Quiote mercado del Tepe


Un fruto del semidesierto poco conocido es el garambullo. Esta tubular cactácea del mismo nombre que el fruto, crece más de dos metros por todo el estado y en los meses de junio y julio tiene entre sus grandes espinas pequeños frutos del tamaño de una uva, pero con un sabor y consistencia muy parecidos al de la tuna roja. El fruto no tiene espina alguna y es muy dulce.  Se vende en los mercados y hasta se elabora nieve de garambullo.


Pequeño garambullo

Planta de garambullo, pero sin frutos



Del tamaño de una uva, pero con sabor a pitahaya


No son dulces, pero sí una golosina popular, los garbanzos en vaina. En Guadalajara se les llama Guasanas o en otros lugares del Bajío, garbanzos verdes o soló garbanzos. Aquí en Querétaro les llaman Garbanza y se les encuentra en los mercados tradicionales como el Tepe (véase Seguro lo encuentras en El Tepe, mayo 2009) o La Cruz y en las calles de la ciudad. Esta leguminosa de origen mediterráneo se prepara al vapor dentro de sus vainas y para comerla no se le quita la vaina antes de comerla, sino que se hace en la boca. Así al venderla se le puede agregar sal, limón, chile y aunque todo esto cubre las vainas y no los garbanzos ambos van a la boca. Es un alimento económico, saludable, quita el hambre y uno se entretiene mucho tiempo separando las vainas y comiendo los garbanzos.


Planta de garbanzos

Garbanza lista para venderse
   Continuará...

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