El Cimatario.
Diciembre ya (2006), cercanas las fiestas, pero también cercano el frío, el invierno ha estado enviando algunos avisos de su próxima llegada. Es época de enfermedades respiratorias, hay de cinco a seis estudiantes estornudando y limpiándose la nariz en cada grupo, pues ya unos días son de helada en la madrugada y otros soleados e incluso calurosos al mediodía. Estoy a punto de terminar con la labores del final del semestre, pero después tendré también mucho trabajo, hay mucho que hacer antes del inicio del próximo. Este fin de semana largo fue un respiro muy bueno entre tanto trabajo, mismo que aprovecho para escribir, pues no lo había hecho por varias semanas.
Hace casi un mes visité con la familia el Parque Ecológico del Cimatario, este espacio natural se encuentra precisamente en el cerro del mismo nombre y es la montaña más alta de aquellas que rodean la ciudad de Querétaro. Es fácil de identificar pues por su tamaño domina el horizonte sur y en la cima tiene casi una decena de antenas de todos tamaños. El parque es más una reserva ecológica, pues el acceso al mismo es limitado. Durante el día sólo lo pueden recorrer algunos ciclistas en bicicleta de montaña y corredores que se registran y obtiene un permiso especial ante el municipio. Los fines de semana hay recorridos para cualquier persona pero es necesario reservar con anticipación. Nosotros nos registramos para un recorrido general, pues hay otro en el que se visitan unas cuevas dentro del parque. Tienen una especie de microbús o camioneta grande en la que se hace el recorrido, hay un camino que llega hasta la cima haciendo una espiral alrededor del cerro. El parque tiene cerca de 400 hectáreas y hay una malla o cerca en todo su perímetro, dentro del mismo se encuentran aves de rapiña de varios tipos, serpientes, pequeños mamíferos y venados y de vez en cuando llegan a merodear por la zona algunos coyotes. Nuestra visita fue en los primeros días de noviembre y en esos días cruzaban por Querétaro miles o millones de mariposas monarcas, sin duda en ruta hacia sus santuarios en el estado de México y Michoacán. A pesar del fuerte viento se les veía avanzar lentamente, lo que hace a uno pensar en lo difícil y sorprendente que es su odisea desde Canadá. La camioneta acerca a los visitantes a la cima y a casi un kilómetro de ella se desciende del vehículo para seguir el recorrido a pie. Hay un sendero recubierto de adocreto, lo que hace más fácil y seguro el recorrido, pues en nuestro camino de ascenso, se cruzó frente al grupo una pequeña víbora de cascabel. Vimos también un par de esas aves llamadas correcaminos, de pequeño tamaño, gran cola y que no vuelan; pero corren muy rápido. Yo pensé que no los había en esta parte del país, pues los había visto en Sonora y Sinaloa, donde le llaman pitijuy. Desde la cima se domina todo el valle de Querétaro, por suerte el día de nuestra visita estaba soleado y muy claro. Pudimos ver toda la ciudad e incluso identificar a lo lejos el conjunto habitacional en el que vivimos al otro lado de la ciudad; pues las casas están pintadas en llamativos colores amarillo y blanco. Daniela estuvo muy emocionada de ver tanta vida silvestre y como acostumbra, empezó a preguntarle mucho a la guía del recorrido y a platicarle todo lo que pudo recordar de sus mascotas y su gusto por los animales. Visitamos el parque cuando caían todavía las últimas lluvias, así que todo el cerro conservaba algo del verdor del verano, el recorrido y el paisaje no han de ser tan agradables durante la época de secas.
Otro fin de semana visitamos un pequeño poblado muy cercano a Querétaro, en camino hacia San Luis Potosí. El lugar se llama Santa Rosa Jáuregui y aunque es pequeño y no muy bonito, tiene como atractivo muchos lugares que preparan carnitas. Sobre la calle principal hay a poca distancia uno de otro, grandes cazos para preparar este manjar, así como las vitrinas en las que se exhibe la carne ya lista para comerla ahí mismo o llevarla a casa. Habría que tener presente que Querétaro fue parte de la provincia de Michoacán durante toda la época colonial así que comparten muchos platillos en sus gastronomías. No todas las carnitas de Santa Rosa Jáuregui son en el más puro estilo michoacano, con su naranja y azúcar para darle ese color doradito y brillo acaramelado. En la misma población hay también puestos de tamales y dorados buñuelos con azúcar o miel de piloncillo.
También muy cerca de Querétaro hay otro singular poblado que se especializa en la venta de artículos de cuero. Se llama San Vicente Ferrer y no sólo es muy pequeño, sino hasta algo feo, pero cerca de su plaza principal se encuentran unas dos decenas de establecimientos en los que venden, bolsos femeninos, chamarras de cuero, carteras, cinturones, portafolios incluso calzado, sobre todo botas. Yo me imagino que la mayor parte de lo que ahí se vende no es producido en el lugar. Pero resulta interesante la especialización comercial de esta población y parece ser que la calidad no es mala y los precios bajos. Yo estuve a punto de comprarme un cinturón, pero mis hijas prácticamente querían todo lo que veían.
En días de muertos se instalan en varias calles del centro de la ciudad de Querétaro muchos puestos y acude a ellos bastante gente por las tardes. En algunos de ellos venden las tradicionales figuras de alfeñique, pasta hecha de azúcar. Otros puestos son de todo tipo de dulces casi todos con formas o decoración relativa a las festividades. También hay un gran número de puestos de comida típica, gorditas, enchiladas, tostadas y pozole. Ya iré con más tiempo y con la familia el próximo noviembre, pues esta vez recorrí rápidamente los puestos y solo.
Ahora el primero de diciembre se inauguró también la Feria ganadera de Querétaro, cierra el día 17. Además de una exhibición pecuaria, hay también puestos de comidas y chucherías, juegos mecánicos y espectáculos por la noche. Hace un año o dos hubo un accidente fatal en los juegos mecánicos y todo mundo te advierte no subirte a ellos. Como en toda feria hay palenque con peleas de gallos. No la he visitado, pero espero poder hacerlo el próximo fin de semana. Parece que esta feria es el máximo evento en Querétaro y toda la gente pregunta si ya se ha ido a ella.. Muy cerca del centro salen autobuses hacia la feria, pues además de estar en los suburbios de la ciudad, el espacio de estacionamiento parece ser insuficiente. Por atractivo que parezca, no me gustan las multitudes ni las aglomeraciones.
Hace casi un mes visité con la familia el Parque Ecológico del Cimatario, este espacio natural se encuentra precisamente en el cerro del mismo nombre y es la montaña más alta de aquellas que rodean la ciudad de Querétaro. Es fácil de identificar pues por su tamaño domina el horizonte sur y en la cima tiene casi una decena de antenas de todos tamaños. El parque es más una reserva ecológica, pues el acceso al mismo es limitado. Durante el día sólo lo pueden recorrer algunos ciclistas en bicicleta de montaña y corredores que se registran y obtiene un permiso especial ante el municipio. Los fines de semana hay recorridos para cualquier persona pero es necesario reservar con anticipación. Nosotros nos registramos para un recorrido general, pues hay otro en el que se visitan unas cuevas dentro del parque. Tienen una especie de microbús o camioneta grande en la que se hace el recorrido, hay un camino que llega hasta la cima haciendo una espiral alrededor del cerro. El parque tiene cerca de 400 hectáreas y hay una malla o cerca en todo su perímetro, dentro del mismo se encuentran aves de rapiña de varios tipos, serpientes, pequeños mamíferos y venados y de vez en cuando llegan a merodear por la zona algunos coyotes. Nuestra visita fue en los primeros días de noviembre y en esos días cruzaban por Querétaro miles o millones de mariposas monarcas, sin duda en ruta hacia sus santuarios en el estado de México y Michoacán. A pesar del fuerte viento se les veía avanzar lentamente, lo que hace a uno pensar en lo difícil y sorprendente que es su odisea desde Canadá. La camioneta acerca a los visitantes a la cima y a casi un kilómetro de ella se desciende del vehículo para seguir el recorrido a pie. Hay un sendero recubierto de adocreto, lo que hace más fácil y seguro el recorrido, pues en nuestro camino de ascenso, se cruzó frente al grupo una pequeña víbora de cascabel. Vimos también un par de esas aves llamadas correcaminos, de pequeño tamaño, gran cola y que no vuelan; pero corren muy rápido. Yo pensé que no los había en esta parte del país, pues los había visto en Sonora y Sinaloa, donde le llaman pitijuy. Desde la cima se domina todo el valle de Querétaro, por suerte el día de nuestra visita estaba soleado y muy claro. Pudimos ver toda la ciudad e incluso identificar a lo lejos el conjunto habitacional en el que vivimos al otro lado de la ciudad; pues las casas están pintadas en llamativos colores amarillo y blanco. Daniela estuvo muy emocionada de ver tanta vida silvestre y como acostumbra, empezó a preguntarle mucho a la guía del recorrido y a platicarle todo lo que pudo recordar de sus mascotas y su gusto por los animales. Visitamos el parque cuando caían todavía las últimas lluvias, así que todo el cerro conservaba algo del verdor del verano, el recorrido y el paisaje no han de ser tan agradables durante la época de secas.
Otro fin de semana visitamos un pequeño poblado muy cercano a Querétaro, en camino hacia San Luis Potosí. El lugar se llama Santa Rosa Jáuregui y aunque es pequeño y no muy bonito, tiene como atractivo muchos lugares que preparan carnitas. Sobre la calle principal hay a poca distancia uno de otro, grandes cazos para preparar este manjar, así como las vitrinas en las que se exhibe la carne ya lista para comerla ahí mismo o llevarla a casa. Habría que tener presente que Querétaro fue parte de la provincia de Michoacán durante toda la época colonial así que comparten muchos platillos en sus gastronomías. No todas las carnitas de Santa Rosa Jáuregui son en el más puro estilo michoacano, con su naranja y azúcar para darle ese color doradito y brillo acaramelado. En la misma población hay también puestos de tamales y dorados buñuelos con azúcar o miel de piloncillo.
También muy cerca de Querétaro hay otro singular poblado que se especializa en la venta de artículos de cuero. Se llama San Vicente Ferrer y no sólo es muy pequeño, sino hasta algo feo, pero cerca de su plaza principal se encuentran unas dos decenas de establecimientos en los que venden, bolsos femeninos, chamarras de cuero, carteras, cinturones, portafolios incluso calzado, sobre todo botas. Yo me imagino que la mayor parte de lo que ahí se vende no es producido en el lugar. Pero resulta interesante la especialización comercial de esta población y parece ser que la calidad no es mala y los precios bajos. Yo estuve a punto de comprarme un cinturón, pero mis hijas prácticamente querían todo lo que veían.
En días de muertos se instalan en varias calles del centro de la ciudad de Querétaro muchos puestos y acude a ellos bastante gente por las tardes. En algunos de ellos venden las tradicionales figuras de alfeñique, pasta hecha de azúcar. Otros puestos son de todo tipo de dulces casi todos con formas o decoración relativa a las festividades. También hay un gran número de puestos de comida típica, gorditas, enchiladas, tostadas y pozole. Ya iré con más tiempo y con la familia el próximo noviembre, pues esta vez recorrí rápidamente los puestos y solo.
Ahora el primero de diciembre se inauguró también la Feria ganadera de Querétaro, cierra el día 17. Además de una exhibición pecuaria, hay también puestos de comidas y chucherías, juegos mecánicos y espectáculos por la noche. Hace un año o dos hubo un accidente fatal en los juegos mecánicos y todo mundo te advierte no subirte a ellos. Como en toda feria hay palenque con peleas de gallos. No la he visitado, pero espero poder hacerlo el próximo fin de semana. Parece que esta feria es el máximo evento en Querétaro y toda la gente pregunta si ya se ha ido a ella.. Muy cerca del centro salen autobuses hacia la feria, pues además de estar en los suburbios de la ciudad, el espacio de estacionamiento parece ser insuficiente. Por atractivo que parezca, no me gustan las multitudes ni las aglomeraciones.
3 comentarios:
ke tal Edgardo, solamente akí pasando a revisar este blog en estos tiempos de ocio veraniego :)
nos vemos
Hola Prof!!
soy Flákis... sabe, me divierto mucho leyendo sus crónicas, deberia escribir un libro con la recopilación de ellas...en fin. El parque del cimatario esta increíble muy lindo...
buen verano
que esté muy bien
Fátima
Profe!!!
A la próxima sí vaya a la feria!!
No es la gran cosa, pero mínimo a bailar un rato en la noche jaja.
Se cuida,
Yas =)
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