El pulque
El sábado pasado visité aquí en Querétaro la pulquería El Gallo Colorado que se encuentra en los márgenes del barrio del Tepetate. Había probado pulque en bodas, fiestas y viajes, pero nunca había visitado una pulquería y quería hacerlo antes de que este tipo de establecimientos se extinga. Cada día son menos los jóvenes que beben pulque y probablemente en unos años no haya ya pulquerías.
El pulque (octli en náhuatl) es una bebida fermentada que se extrae del maguey (metl en náhuatl), este gran agave llega a alcanzar hasta cerca de cuatro metros de diámetro. Del maguey pulquero no se extrae el tequila ni el mezcal oaxaqueño, ambos se obtienen de otras variedades de agave y por destilación. El maguey se reproduce de dos maneras, por hijuelos, pequeños magueyes que brotan bajo la gran planta o por semilla. Esta planta después de 8 o 12 años de vida crece desde su centro un tallo o quiote de más de cuatro metros de altura, mismo que en su parte alta tendrá la floración. A diferencia de otras plantas, en el maguey el brote y la flor tardan meses en desarrollarse. Al final del proceso de fecundación caerán las semillas desde lo alto y la planta morirá. Al parecer los magueyes que tienen su origen en semillas crecen más que aquellos que se desarrollaron de hijuelos. El pulque se obtiene de plantas maduras que van a florecer; cuando el gran tallo reproductor está por iniciar su crecimiento desde el centro o corazón de la planta, éste se corta dejando un hueco al centro de la planta. La savia que nutriría el desarrollo y crecimiento de ese quiote y flor serán precisamente el liquido para la elaboración del pulque. A este proceso se le llama capar el maguey y no sólo se le corta el naciente quiote, sino que también se hace un hueco cóncavo al centro de la planta para que en él se deposite la savia dulce. Aguamiel es el nombre que se le da a líquido que produce el maguey, se recolectan de 3 a 6 litros diarios y se lleva a un lugar tradicionalmente conocido como tinacal, que es donde se fermenta varios días para convertirlo en pulque. Un buen maguey pulquero puede llegar a producir de 500 a 800 litros de aguamiel en un periodo de 4 a 6 meses, antes de secarse. La fermentación convierte los azúcares del aguamiel en alcohol, pero el pulque tiene apenas de un 4 a un 6 por ciento de alcohol. Mucho se dice del valor alimenticio de esta bebida, pero estoy seguro que aquellos que la beben no piensan precisamente en su nutrición.
El pulque se caracteriza por un cierto grado de viscosidad, lo cual lo hace poco atractivo para el común de las personas, pero como declaró madame Calderón de la Barca en su libro La vida en México durante una residencia en ese país de dos años (uno de mis libros favoritos), que una vez que se vence el rechazo inicial, el pulque se convierte en algo muy deseado. Esta dama comenta muy al inicio de su libro un rotundo rechazo al pulque, pero ya hacia el final de la obra, cuando se aproxima su salida del país, confiesa que extrañará esta bebida. El pulque se bebe solo o en los llamados curados, que son la mezcla del pulque, azúcar (a veces leche condensada), frutas, verduras u otros ingredientes para darle sabor. Los curados más comunes son los de melón, piña, guayaba, limón, apio, jitomate, cacahuate, avena, tuna, nuez, piñón e incluso alguna vez oí hablar de un curado de merengue. En cierta ocasión me tocó presenciar una práctica muy interesante; trabajadores de la construcción se disponían a beber toda una cubeta de curado de cacahuate, limpiaron muy bien un tabique rojo y los sumergieron en la cubeta de pulque. Al parecer el tabique absorbe agua y hace al pulque más espeso. Mmmm sí, estaba bueno.
Llegué al Gallo Colorado muy temprano (abre al mediodía) y de hecho fui su primer cliente de ese día. Me senté frente a una gran barra sobre la cual había cuatro grandes palanganas que contenían cada una hielo y un gran recipiente de vidrio con pulque. Tres eran de curados de apio, piña y guayaba, el cuarto de pulque solo. En un extremo de la barra había sobre la pared un altar a la Virgen de Guadalupe y una gran bandera de México; observé cuando le colocaban flores frescas. Tras la barra había dos grandes recipientes de plástico con más pulque. Nunca había estado en una pulquería pero tenía una buena idea de su apariencia por haber leído La Familia Burrón o por fotos del Archivo Casasola. Hace años el pulque llegaba desde los tinacales en gigantescos barriles de madera e incluso grandes cantidades se expendían en pequeños barriles de madera llamados castañas. El pulque se servía en piezas de vidrio artesanal de hermosas y caprichosas formas: tornillos, chivos, catrinas, cacarizas o en humildes jícaras. Hoy los barriles son de plástico y el pulque se expende en cubetas del mismo material o jarros de barro o frascos de vidrio que originalmente contuvieron jugos de frutas. Como cada vez son menos los bebedores de pulque, en estos lugares no hay ya lugar para la sofisticación o belleza; apenas para lo práctico y económico. La clientela disminuye alarmantemente, incluso en El Gallo Colorado no se expende exclusivamente pulque, también hay frías cervezas. Pedí medio litro de curado de apio y me fue servido en un frasco de vidrio; su precio, $ 7.50. La pulquería es como la cantina, un espacio para socializar. En el lugar había tres o cuatro grandes mesas con espacio para sentar en cada una de ellas 10 ó 12 aficionados al pulque. No podía faltar la sinfonola con música popular. Tras la barra un pequeño televisor, seguramente para seguir los sábados y domingos los juegos de fútbol.
El pulque y no el tequila debería ser nuestra bebida nacional, su consumo fue siempre no solamente mayor, sino también en una región más amplia. Se produce y disfruta en todo el centro-sur de México, siendo los estados de Puebla, Tlaxcala e Hidalgo la región de las grandes y prósperas haciendas pulqueras de antaño. Hoy en día se le puede encontrar en más de la mitad del país, ya no tanto en grandes pulquerías, sino con familias que lo producen casi artesanalmente y con gran calidad. Cuando tengas oportunidad, bebe pulque y ayuda a mantener esta tradición milenaria de nuestro país. Yo por mi parte, me comprometo solemnemente de defender nuestra identidad; volveré a la trinchera de El Gallo Colorado a luchar infatigablemente contra la globalización. (Fotografía de vidrio artesanal de pulquería colección del Museo de Arte Popular, México D.F.).
El sábado pasado visité aquí en Querétaro la pulquería El Gallo Colorado que se encuentra en los márgenes del barrio del Tepetate. Había probado pulque en bodas, fiestas y viajes, pero nunca había visitado una pulquería y quería hacerlo antes de que este tipo de establecimientos se extinga. Cada día son menos los jóvenes que beben pulque y probablemente en unos años no haya ya pulquerías.
El pulque (octli en náhuatl) es una bebida fermentada que se extrae del maguey (metl en náhuatl), este gran agave llega a alcanzar hasta cerca de cuatro metros de diámetro. Del maguey pulquero no se extrae el tequila ni el mezcal oaxaqueño, ambos se obtienen de otras variedades de agave y por destilación. El maguey se reproduce de dos maneras, por hijuelos, pequeños magueyes que brotan bajo la gran planta o por semilla. Esta planta después de 8 o 12 años de vida crece desde su centro un tallo o quiote de más de cuatro metros de altura, mismo que en su parte alta tendrá la floración. A diferencia de otras plantas, en el maguey el brote y la flor tardan meses en desarrollarse. Al final del proceso de fecundación caerán las semillas desde lo alto y la planta morirá. Al parecer los magueyes que tienen su origen en semillas crecen más que aquellos que se desarrollaron de hijuelos. El pulque se obtiene de plantas maduras que van a florecer; cuando el gran tallo reproductor está por iniciar su crecimiento desde el centro o corazón de la planta, éste se corta dejando un hueco al centro de la planta. La savia que nutriría el desarrollo y crecimiento de ese quiote y flor serán precisamente el liquido para la elaboración del pulque. A este proceso se le llama capar el maguey y no sólo se le corta el naciente quiote, sino que también se hace un hueco cóncavo al centro de la planta para que en él se deposite la savia dulce. Aguamiel es el nombre que se le da a líquido que produce el maguey, se recolectan de 3 a 6 litros diarios y se lleva a un lugar tradicionalmente conocido como tinacal, que es donde se fermenta varios días para convertirlo en pulque. Un buen maguey pulquero puede llegar a producir de 500 a 800 litros de aguamiel en un periodo de 4 a 6 meses, antes de secarse. La fermentación convierte los azúcares del aguamiel en alcohol, pero el pulque tiene apenas de un 4 a un 6 por ciento de alcohol. Mucho se dice del valor alimenticio de esta bebida, pero estoy seguro que aquellos que la beben no piensan precisamente en su nutrición.
El pulque se caracteriza por un cierto grado de viscosidad, lo cual lo hace poco atractivo para el común de las personas, pero como declaró madame Calderón de la Barca en su libro La vida en México durante una residencia en ese país de dos años (uno de mis libros favoritos), que una vez que se vence el rechazo inicial, el pulque se convierte en algo muy deseado. Esta dama comenta muy al inicio de su libro un rotundo rechazo al pulque, pero ya hacia el final de la obra, cuando se aproxima su salida del país, confiesa que extrañará esta bebida. El pulque se bebe solo o en los llamados curados, que son la mezcla del pulque, azúcar (a veces leche condensada), frutas, verduras u otros ingredientes para darle sabor. Los curados más comunes son los de melón, piña, guayaba, limón, apio, jitomate, cacahuate, avena, tuna, nuez, piñón e incluso alguna vez oí hablar de un curado de merengue. En cierta ocasión me tocó presenciar una práctica muy interesante; trabajadores de la construcción se disponían a beber toda una cubeta de curado de cacahuate, limpiaron muy bien un tabique rojo y los sumergieron en la cubeta de pulque. Al parecer el tabique absorbe agua y hace al pulque más espeso. Mmmm sí, estaba bueno.
Pulque embotellado |
Llegué al Gallo Colorado muy temprano (abre al mediodía) y de hecho fui su primer cliente de ese día. Me senté frente a una gran barra sobre la cual había cuatro grandes palanganas que contenían cada una hielo y un gran recipiente de vidrio con pulque. Tres eran de curados de apio, piña y guayaba, el cuarto de pulque solo. En un extremo de la barra había sobre la pared un altar a la Virgen de Guadalupe y una gran bandera de México; observé cuando le colocaban flores frescas. Tras la barra había dos grandes recipientes de plástico con más pulque. Nunca había estado en una pulquería pero tenía una buena idea de su apariencia por haber leído La Familia Burrón o por fotos del Archivo Casasola. Hace años el pulque llegaba desde los tinacales en gigantescos barriles de madera e incluso grandes cantidades se expendían en pequeños barriles de madera llamados castañas. El pulque se servía en piezas de vidrio artesanal de hermosas y caprichosas formas: tornillos, chivos, catrinas, cacarizas o en humildes jícaras. Hoy los barriles son de plástico y el pulque se expende en cubetas del mismo material o jarros de barro o frascos de vidrio que originalmente contuvieron jugos de frutas. Como cada vez son menos los bebedores de pulque, en estos lugares no hay ya lugar para la sofisticación o belleza; apenas para lo práctico y económico. La clientela disminuye alarmantemente, incluso en El Gallo Colorado no se expende exclusivamente pulque, también hay frías cervezas. Pedí medio litro de curado de apio y me fue servido en un frasco de vidrio; su precio, $ 7.50. La pulquería es como la cantina, un espacio para socializar. En el lugar había tres o cuatro grandes mesas con espacio para sentar en cada una de ellas 10 ó 12 aficionados al pulque. No podía faltar la sinfonola con música popular. Tras la barra un pequeño televisor, seguramente para seguir los sábados y domingos los juegos de fútbol.
Curado de piñón |
El pulque y no el tequila debería ser nuestra bebida nacional, su consumo fue siempre no solamente mayor, sino también en una región más amplia. Se produce y disfruta en todo el centro-sur de México, siendo los estados de Puebla, Tlaxcala e Hidalgo la región de las grandes y prósperas haciendas pulqueras de antaño. Hoy en día se le puede encontrar en más de la mitad del país, ya no tanto en grandes pulquerías, sino con familias que lo producen casi artesanalmente y con gran calidad. Cuando tengas oportunidad, bebe pulque y ayuda a mantener esta tradición milenaria de nuestro país. Yo por mi parte, me comprometo solemnemente de defender nuestra identidad; volveré a la trinchera de El Gallo Colorado a luchar infatigablemente contra la globalización. (Fotografía de vidrio artesanal de pulquería colección del Museo de Arte Popular, México D.F.).
15 comentarios:
Hola profe!
Esta interesante la nota, mi abuelo acostumbra tomar pulque pero nunca lo he probado jaja creo que lo probaré cuando tenga oportunidad...
Y seguro que bebe pulque para "defender nuestra identidad"... o mas bien por el alcohol? jejeje nos estamos viendo,
Jorge Huerta
Mentira que los jóvenes ya no toman pulque, al menos unos dos que tres amigos míos son aficionados por no llamarles adictos! Ahora que vengas al D.F. avisas y les encargo unos para ti.
Hola prof!
Pues nunca lo he probado, siento que es muy fuerte pero pues algún día lo probare jeje... el abuelo de un amigo mio lo vendia de "contrabando" en la época de la Rev. y sus aventuras vendiendo el pulque eran lo máximo...
por cierto ¿ya se entero que va a haber una reunion de historiadores aqui en qro? del 24 al 26 en el museo de la restauración de la República (El que esta en la calle de Guerrero)tiene que ver algo con el segundo imperio...lo vi en el folletín de asomarte, = y en la pág de internet de asomarte (asomarte.com) viene algo de info...
que este muy bien
con cariño.
Flákis
Hola Edgardo me uno a la defensa de las cuasas perdidas (o casí perdidas) estoy en deuda contigo con la recomendación del otrora "el borrego".
No sé si el "Gallo Colorado" sea él último rincón de estos espacios de socialización muy recurridos por los parroquianos de la otra banda.
Tu reseña me recordo otras pulquerías ya cerradas; El borrego, el cachete y el perico que se encontraba en pleno corazón del barrio del "Tepe" (leer reseña "seguro lo encuentras en el tepe".
Te mando un saludo.
CHUCHO
Pues ahora que vuelva me uno tambien al movimiento de resistencia!
Profe!!!!
pues mire...yo si he probado el pulque....cada vez que voy a Amealco a comer barbacoa un buen vaso de pulque no está nadita mal.
En mi familia aún se tienen ciertas costumbres myuy mexicanas desde la música en las reuniones familiares (mariachi) hasta en la forma en que nos alimentamos y claro que por ser una familia con raíces amealcences no puede faltar el tequila y el pulque.
Espero que esté muy bien.
saludos.
Aranza
Unos días más tarde regresé, tal como lo declaré, al Gallo Colorado. Con tristeza observé que de las 20 personas que ahí estábamos apenas dos personas bebíamos pulque, los demás se refrescaban con cerveza.
Hola, profe!
Tu pagina es como un oasis. Llega uno y se siente bien. Yo entre y me senti mejor porque, de inmediato, una mano imaginaria me ofrecio un tornillo rebosante de Tlachicoton frio...Ah, que delicia!
Te felicito y te informo que acabo de abrir una "pulqueria virtual" que de pulqueria solo tiene el nombre. Su espiritu es de un lugar de charla de trastienda, con amigos, donde se puede decir y exponer lo que uno piensa y escuchar musica y cosas de viejos rucos nacionalistas como yo.
Salud!!!
Queridísimo Viejo: al leer todo tu blog, quise acompañarlo de un Colonche (curado de tuna roja en Guanajuato) y de unos tacos o unos sopes porque las palabras plasmadas eran iguales a la forma en que te oigo hablar cuando nos vemos entre corre y corre. Ha sido una excelente degustación visual, sensorial, 'memorial' y léxica viajar por cada rincón de tu espacio. No he podido entrar a una pulquería, ni a una cantina, por obvias razones, pero a través de tu narración ¡ahí estuve!
Gracias por compartir este andar por nuestra tierra y nuestra Ciudad, toda la genealogía y las amistades llegaron a mi mente entre dulces, aromas y cariñosos momentos.
Un gran abrazo lleno de gratitud y de reconocimiento a tu andar,
Saludos desde el Centro Histórico de la Cd. de México.
Les comento que acabamos de abrir un lugar llamado "La Burra Blanca... del 56" en donde entre otras cosas vendemos pulque y nuestra clientela son principalmente jovenes.
Están tod@s invitados a conocer el lugar en la calle San Jerónimo No. 56, entre Isabel la Católica y 5 de febrero, muy cerca del metro Isabel la Católica, mero enfrente del Claustro de Sor Juana.
¿En que calle se encuentra la pulqueria El Gallo Colorado?
jo si me puede responder se lo agradecería bastante.
El Gallo Colorado está en la esquina de San Roque y Felipe Ángeles, a unas cuatro cuadras de la Arena Querétaro y muy cerca del Tepe.
estimado viejo:
soy un capitalino visitando la hermosa ciudad d qeretaro y el hermoso pueblo d san pedrito peñuelas.
acabo d visitar el gallo dorado, el cual t puedo decir, es la peor pulqueria que he visitado en mi vida, teniendo en cuenta que soy asiduo parroquiano de la risa y las duelistas.
el pulque ahi no tiene consistencia viscosa ni los curados tienen un sabor realmente a fruta o verdura, por ende, tu reseña se me ha hecho pésima, sin mas animo q informar a todos los demas lectores que no asistan al gallo
CAMARA PUTO!!!!
Estimado Surf México:
Es una lástima que El Gallo Colorado no fuera de tu agrado y tienes todo el derecho a manifestarlo, pero no como para exortar a los demás a no asitir. Esa posición es medio gandalla. Habrá a quien les guste el pulque no viscoso y también el sabor de sus curados, De hecho tienen decenas de parroquianos a diario.
Que bueno que apoyas y mantienes la cultura del pulque, pero hazlo de una manera más abierta y menos intolerante.
cabe aclarar que estaba en estado etílico cuando publique eso gracias a ese pulque... super pegador jajaja pero de verdad, el curado de piña sabia igual que el de guayaba, pareciera que no han tenido más sabores en años...
con lo que dices de los parroquianos, quisiera creerte, pero yo fui como a eso de las 3 de la tarde y estaba muerto, eramos los unicos en el lugar...
y el CAMARA PUTO es de cariño, una disculpa jajaja :)
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