Hueso |
El Indio.
Una de las cantinas más originales en Querétaro se encuentra en la colonia Popular. La mayor parte de este tipo de establecimientos se encuentran en el centro de la ciudad, por el río o el barrio de la Cruz, zonas con mucha afluencia, pero el Bar El Indio se encuentra en una barrio alejado del centro de la ciudad, un vecindario de la clase trabajadora queretana, apenas a un par de cuadras de la pulquería El Borrego (véase Un mundo que se desvanece, octubre 2010). Al igual que El Borrego, no tiene siquiera un letrero que lo identifique, pero seguramente no lo necesita, su clientela saben muy bien donde está. El día que lo visité me dio la impresión de que ahí la presencia femenina no es tan común, pero como en toda buena cantina advertí una gran familiaridad entre los asistentes. El lugar no es muy grande, comparado con las cantinas del centro, pero cómodo y acogedor. La botana es muy buena; me sorprendí cuando se nos ofreció un “hueso”. Debe de ser la articulación de los huesos largos del cerdo, no tiene mucha carne ni un sabor muy fuerte, pero sin duda es muy entretenido desprender poco a poco pequeños trozos de carne aquí y allá. El ambiente y los tragos son definitivamente muy buenos. EL Indio se encuentra en Antonio Alzate 40-A.
Una de las cantinas más originales en Querétaro se encuentra en la colonia Popular. La mayor parte de este tipo de establecimientos se encuentran en el centro de la ciudad, por el río o el barrio de la Cruz, zonas con mucha afluencia, pero el Bar El Indio se encuentra en una barrio alejado del centro de la ciudad, un vecindario de la clase trabajadora queretana, apenas a un par de cuadras de la pulquería El Borrego (véase Un mundo que se desvanece, octubre 2010). Al igual que El Borrego, no tiene siquiera un letrero que lo identifique, pero seguramente no lo necesita, su clientela saben muy bien donde está. El día que lo visité me dio la impresión de que ahí la presencia femenina no es tan común, pero como en toda buena cantina advertí una gran familiaridad entre los asistentes. El lugar no es muy grande, comparado con las cantinas del centro, pero cómodo y acogedor. La botana es muy buena; me sorprendí cuando se nos ofreció un “hueso”. Debe de ser la articulación de los huesos largos del cerdo, no tiene mucha carne ni un sabor muy fuerte, pero sin duda es muy entretenido desprender poco a poco pequeños trozos de carne aquí y allá. El ambiente y los tragos son definitivamente muy buenos. EL Indio se encuentra en Antonio Alzate 40-A.