martes, 10 de abril de 2012

Querétaro en Semana Santa.


































La Procesión del Silencio.



Querétaro es una ciudad en la que todavía se puede ver a muchas personas en las iglesias en la Semana Mayor. Muchos queretanos siguen siendo devotos católicos y cumplen con los ritos propios de la temporada en vez de salir freneticamente a visitar otras partes del país. El jueves realizan la visita de las siete casas, sobre todo en el centro de la ciudad, pues ahí los siete lugares a visitar están muy cerca unos de otros. Hay ya también para ese día puestos de comida, dulces, juguetes y los tradicionales judas en las calles aledañas a los templos (véase ¡Santos platillos!, marzo 2008). El viernes hay de nuevo muchos feligreses haciendo el via crucis, rememorando pues el camino de cristo a la cruz, Al caer la tarde se puede ver la Procesión del Silencio, quizá el acto más conocido de todos los de Semana Santa. Desde el convento de la Cruz parte esta larga procesión y en varias horas recorre las principales calles del centro de la ciudad para volver ya noche al punto de origen. Participan en este acto religioso miles de queretanos que se retiran del mundo desde el miércoles anterior dentro del convento del que partirá la procesión. Varias cofradías religiosas de toda la ciudad participan cargando imágenes de la pasión de Jesús, seguidas por decenas de anónimos penitentes que cargan sendas cruces de madera o arrastran cadenas. El recorrido los retorna al convento, del cual saldrán hasta el sábado de gloria. Poca gente presencia la procesión en las calles de inicio, pero a su paso por las plazas principales son ya miles las personas que se aglomeran para ver a los cófrades. Cada vez es mayor la cantidad de personas que visitan la ciudad en periodos vacacionales y esos miles confluyen en las calles del centro y esperan por horas para ver la procesión. Es aquello una verbena más que un solemne acto y el silencio se encuentra sólo en el nombre del ritual. La Misa de Resurrección y la quema de judas cierran los ritos de la Semana Mayor.

1 comentario:

Lutz A. Keferstein dijo...

Excelente, viejo. ¿Qué decir? Eres un fregonazo en la narrativa.