domingo, 31 de marzo de 2013

¿A qué hora vas por el pan?









La Pastelería Ideal.
El llamado pan de dulce es una de las características gastronómicas más importantes de nuestro país. Desde que los españoles trajeron el trigo tras la caída de Mexico-Tenochtitlan se ha elaborado pan, pero es hasta el siglo XIX, quizá por influencia francesa, que el llamado pan de dulce se convierte en algo muy importante en la dieta de los habitantes de las ciudades mexicanas. La panadería fue un establecimiento que se visitaba casi a diario y no tanto por el pan salado; bolillo, telera o virote, sino por la gran variedad de panes de dulce. Fue una tradición ir a comprar el pan familiar casi cada tarde de la semana, de ahí la famosa frase que da título a esta crónica. Ahora la frase ya casi no tiene sentido, pues pocas familias compran su pan a diario y en la panadería. El pan industrializado y empacado para mantenerse fresco por algunos días está acabando con las panaderías y su gran variedad de piezas de pan. Se han registrado más de un centenar de tipos de pan de dulce por todo el país, algunos regionales otros nacionales. Conchas, cuernos, mazapanes, besos, ojos de buey, chilindrinas, panqués, finas, chimisclanes, cocoles, donas, elotes, garibaldis, buñuelos, campechanas, hojaldras, piedras, rebanadas, pan de feria, roscas de canela, pan de muerto, roscas de reyes, polvorones, churros, orejas, chicharrones, gendarmes, chinos, marranitos, puchas, bisquets, yoyos, ladrillos, bigotes o chorreadas, apenas algunos de los nombres de esta inmensa variedad de piezas de pan de dulce. Siempre es un gran placer visitar alguna de las panaderías que sobreviven el embate de la modernidad, pero vaya que resultó como un sueño visitar la Pastelería Ideal en la Ciudad de Méxco. Su tamaño y abundancia de productos me hizo sentirme en esas famosas panaderías de antaño. Que no sólo ofrecían pan de dulce, también pasteles, galletas, gelatinas e incluso algunas de ellas al ser propiedad de personas de origen español, tenían un anexo donde se vendían ultramarinos. La Espiga, La Veiga, Elizondo, son los nombres de algunas de esas grandes panaderías del siglo pasado.. La Pastelería Ideal está en la calle de 16 de Septiembre, entre el Eje Central y la calle de Gante. Miles de personas la visitan diariamente y sus hornos producen pan a toda hora del día, pues poco dura en los estantes. Si visitas el centro de la ciudad de México no pierdas la oportunidad de viajar atrás en el tiempo y ver esta magnífica panadería que se niega a sucumbir ante la modernidad del pan industrializado.

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