No hay mejor manera de conocer las costumbres, alimentación, fiestas, vestido, creencias, sociedad y economía de una ciudad mexicana o del resto del mundo, que visitando sus mercados. En Querétaro tenemos la Central de Abastos, el Escobedo, el de La Cruz, el Hidalgo, el de la la Presidentes, el Tepe, por mencionar algunos de los más importantes. Cada visita hay un descubrimiento, un acercamiento al alma del pueblo de México, algo imposible de lograr en los centros comerciales y grandes tiendas de cadena. Los mercados hablan a aquel que es atento y observador, de la forma de vida de cada ciudad. Hay muchos méxicos y cada uno tiene su mejor carta de presentación en el mercado local.
1 comentario:
Nunca me canso de leer sus crónicas, Edgacho. Son el mejor recordatorio de que existen cosas por descubrir y apreciar a la vuelta de nuestra casa. Un abrazo :D
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