La Mariposa, un lugar de tradición.

Tania Álvarez

Puede ser que la ciudad de Querétaro haya cambiado mucho en los últimos años, sin embargo algo que no ha cambiado y espero no cambie es el tradicional restaurante queretano La Mariposa. Este restaurante ubicado en el centro de la ciudad, cerca del jardín Zenea y a unos pasos del Teatro de la República, se ha convertido en un distintivo de esta pequeña ciudad.

Hace 80 años, un 15 de septiembre La Mariposa abrió sus puertas, desde entonces no ha dejado de ser uno de los restaurantes favoritos de la población queretana, un ícono que ha tomado relevancia a nivel nacional. Sus fundadores fueron José de la Vega y María Teresa Burgos, la tradición se fue heredando de generación en generación y a la cabeza hoy están María Verónica de la Vega Rivera hija y nieta de los fundadores, así como Mariana de la Vega Arias nieta y bisnieta de los mismos.

Aun con la pandemia, este restaurante no ha podido frenar sus actividades, con todas las medidas y restricciones continúan trabajando. La Mariposa opera de 8 am a 9 pm actualmente.

Al entrar a este restaurante, a la izquierda encontrarás una pequeña área de dulcería donde los pedidos son para llevar. Aquí podrás encontrar los famosos helados y malteadas de múltiples sabores como chocolate, mantecado, mango y muchos más. También puedes comprar dulces típicos o algún producto de la deliciosa repostería, mi favorito es la rosca de piña.

El ambiente de este gran restaurante es muy ameno, al llegar se pueden notar los típicos tapices en las paredes (que cambiaron hace unos años) y el restaurante intenta mantener una tradición familiar. El negocio no tiene redes sociales y a propósito no hay wifi, ni televisión. Se espera que este restaurante sea un espacio de convivencia familiar, que las personas se vean y que platiquen, creando un lugar en el que la gente se mire a los ojos y no baje las miradas al teléfono. Además del agrado que La Mariposa proporciona a sus clientes, el restaurante ayuda a la economía local ya que son casi 80 familias, más los proveedores que también ya tienen muchísimos años trabajando para este lugar los que dependen directamente de la gran cafetería.

Este gran lugar debe de ser uno de mis favoritos en todo Querétaro. De pequeña asistía con mucha frecuencia y nunca salí decepcionada. Además de una rica comida este restaurante crea una experiencia familiar inigualable, es muy agradable ir, sentarte a disfrutar tu comida y simplemente platicar con tus acompañantes. Actualmente no visito tan seguido este restaurante como solía hacerlo, sin embargo de vez en cuando doy una vuelta por el centro simplemente por darme el gusto de una deliciosa malteada espesa de chocolate proveniente de este lugar. Si alguna vez alguien me preguntara qué atractivos son necesarios de visitar en Querétaro, La Mariposa sin duda alguna estaría en los primeros lugares de mi lista.