¿Qué es lo más extraño que has comido?
Quizá el mejor lugar en todo
México para conocer su cultura, sean los mercados. No puedo pensar en otro
lugar que muestre de forma tan concentrada tanto de lo que los mexicanos somos
(véase Riqueza cultural concentrada,
diciembre 2014), es por eso que desde muy joven han sido uno de mis lugares
favoritos, ya fuera en mi ciudad natal o en todos los lugares que he visitado
en nuestro país. Cuando digo mercado, me refiero por supuesto a ese edificio
que aloja innumerables pequeños comercios, pero también al área, las calles aledañas
llenas de otros establecimientos mercantiles. El primero que conocí y recuerdo
siendo apenas un infante es el de la Colonia del Valle y luego decenas de
ellos: Merced, Sonora, Tlacoquemécatl, Mixcoac, Portales, San Juan, Coyoacán,
Xochimilco, San Ángel, San Pedro de los Pinos, Medellín. También mercados pero
quizá todavía más interesantes los mercados temporales o tianguis en los
cientos de poblados que he visitado, sobre todo aquellos en comunidades
indígenas en el sur del país. Si se es
observador, el mercado le muestra a uno la forma de ser de los habitantes del
lugar, su vestido, calzado, comida, ornamentación, celebraciones, creencias,
supersticiones, curas, arreglo personal, bebidas, utensilios de la vida diaria,
mobiliario, mascotas, trato personal, manera de comunicarse, costo de la vida,
niveles socioeconómicos e incluso prácticas políticas (véase Seguro lo encuentras en el Tepe, mayo
2009). Lamento mucho que estos ricos espacios culturales parecieran estar
perdiendo la batalla frente a los higiénicos e insípidos
supermercados o cadenas de tiendas. Compra a los pequeños productores nacionales y sumérgete en ese México que parece desaparecer ante el embate de la globalización.
Entre la pléyade de mercados en
la ciudad de México hay uno que se distingue por aquello que expenden y por la
manera que lo hacen. Puede que no sea el más mexicano de los mercados pero sin
duda es único y merece la pena conocerlo. Se trata del mercado de San Juan o
también conocido como el mercado de Pugibet, para distinguirlo de otro mercado
del barrio de San Juan en la esquina de Arcos de Belén y Eje Central. Este
particular lugar de comercio está casi oculto entre pequeñas calles, pero su
entrada es por la calle Ernesto Pugibet, número 21, a unos cuantos metros de un
tercer mercado de San Juan, el de artesanías y también en la misma cuadra de la
iglesia del Buen Tono. Se especializa en alimentos poco comunes, ya sea por su
alto precio o porque a pocas personas les gustan o los conocen. Hay tiendas que
venden quesos de todo el mundo, charcutería importada y nacional, carnes de un
gran número de animales, insectos y gran variedad de pescados y mariscos. En el
frente del mercado hay una gran cantidad de motocicletas, pues de seguro surten
con celeridad los pedidos de muchos de los restaurantes del centro y zonas
aledañas.
En el mercado Pugibet hay también lugares en los que se puede comer o
probar muchos de los extraños ingredientes del mercado. Hay puestos
especializados en cocktelería de mariscos, otros donde se puede probar carne de
cocodrilo, león, avestruz, pato, jabalí, venado, víbora, zorrillo, armadillo y
más. Hay también puestos que venden quesos y embutidos, pero también puede uno
sentarse en pequeñas mesas para probar estos ingredientes en tapas o montaditos
al estilo de los bares españoles. Estos alimentos no son muy económicos, pero los
establecimientos atraen a los clientes con algunas sencillas tapas y vino de
cortesía. Hay también puestos que expenden una variedad de insectos de
diferentes regiones del país, chinicuiles, gusanos de maguey, tantarrias,
jumiles chapulines y hormigas chicatanas. A unos cuantos metros del mercado hay
también algunos pequeños restaurantes que preparan todo tipo de platillos con
los bizarros ingredientes de este lugar. En días recientes leí en las noticias
que darán una nueva fachada y renovarán las instalaciones del mercado Pugibet,
que bueno, pero lo importante seguirán siendo sus alimentos. Si estás por la
zona poniente del centro de la ciudad de México, no pierdas la oportunidad de
visitar este sitio y su comida tan especial.