Lo nuevo, en la casa de lo antiguo: El MACQ
Ana Laura Garza Garza
El fin de semana antes de regresar de Semana Santa 2020 me di la tarea de conocer el
Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro mejor conocido con sus siglas MACQ,
el cual fue inaugurado el 7 de noviembre de 2018, sin duda un lugar en la ciudad
donde lo contemporáneo y lo antiguo se encuentran, ubicado en el cerro del
Sangremal y compartiendo estructura con una sección importante del Convento de
la Cruz es un lugar histórico importante, donde la arquitectura se adaptó al concepto
de hacienda moderna respetando tanto su, se debe recordar que en 1640 se
construyó el Convento de la Santa Cruz para albergar el primer Colegio de
Propaganda FIDE y en 1857 pasó a ser bien de la nación por la Reforma, donde
durante este periodo fue utilizado como cuartel militar. En la segunda mitad del siglo
XX esta sección de la escuela primaria hasta el 2008 funcionó como escuela
primaria, para después ser abandonado. Finalmente en 2014, se propuso la idea de
un museo de arte contemporáneo, el cual, se decidió acomodar en esta sección
abandonada del Convento de la Cruz y como ya mencionado abrió sus puertas en
2018.
Este museo cuenta con una extensión de 2,400 metros cuadrados donde en sus dos
pisos alberga 17 salas de exhibición, una biblioteca y centro de archivo, una sala de
museografía y una cafetería, la cual ahorita no está funcionando por la pandemia.
Además es importante mencionar que actualmente únicamente se están recibiendo
a aquellos visitantes que tengan reservación la cual se puede realizar por el número
telefónico que proporciona la página web.
Las exposiciones que se presentan en este museo cuentan con obras de artistas
tanto nacionales como internacionales y estas suelen rotar cada 3 a 4 meses. En el
momento de esta visita se pudieron ver las exposiciones FIAT LUX, la cual es una
exposición colectiva, Contacto, explorador de ruido cósmico de fondo de
François Bucher, Las erupciones son frecuentes de José Dávila y Resiliencia o
el tiempo luz de Gabriela Rodríguez. La única instalación permanente del
museo es la pintura fauvista de Yann Gerstberger, Camping in your museum,
la cual decora las paredes de las escaleras y se encuentra en este desde su apertura
en 2018, la cual sin duda es una de las partes que más se disfruta y coloridas del museo.
Las erupciones son frecuentes de José Dávila, es la exposición que me recibió en
el museo, esta es un juego entre la naturaleza y la historia del arte mezclando un
artículo natural tan básico como lo es la piedra con cristales para crear una reflexión
sobre el constructivismo con piezas minimalistas. Esta parte de la exposición es sin
duda para aquellos que disfrutan de lo sencillo, las figuras geométricas y el trabajo
limpio y delicado.
Contacto, explorador de ruido cósmico de fondo de François Bucher, es la
representación artística de la novela Contact de Carl Sagan, la cual habla de lo que
podría ser tener contacto con los otros seres inteligentes del universo, narrado por
Ellie, la cual se dedica a captar emisiones de radio del espacio. Esta exposición es
excelente para los fans del libro o la película, así como para aquellos que disfrutan
la temática del espacio.
Resiliencia o el tiempo luz de Gabriela Rodríguez, es una exposición que utiliza
objetos a los que se les da una segunda vida y se recontextualiza su uso para fines
artísticos, que se conectan con ideas y conceptos científicos. Además de levantar
de ser una reconciliación con la violencia, principalmente hacia la mujer. Esta
exposición sin duda te deja pensando y hace reflexionar tanto de la relación de los
humanos con la naturaleza como toda la situación de violencia hacia a la mujer que
existe en nuestro país.
La casa de la última exposición, FIAT LUX, es todo el segundo piso del museo y
esta presenta piezas de distintos artistas que muestran la luz como herramienta
para llevar al espectador a reencontrarse con sí mismo, así como herramienta para
ver el papel de la luz en nuestras emociones, sin duda esta fue mi exposición
favorita, me gustó mucho el concepto y las exhibiciones eran impresionantes y muy
variadas.
Finalmente, puedo decir que sin duda, este es un lugar que vale la pena visitar aquí
en Querétaro. Todos sabemos que existe un estigma alrededor del arte contemporáneo,
ya que para mucha gente es difícil entenderlo e interpretarlo, sin embargo este lugar
invita a darle una oportunidad con la misión de quitar esa barrera social y acercar
tanto a los queretanos como a los visitantes a este tipo de arte, dando un espacio
que vale la pena visitar en el centro de la ciudad, como una alternativa a los
lugares de visita tradicionales.
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